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No necesito alas para volar, prefiero LSD.
Roberto Iniesta
Soy el amo del firmamento metido en mi disfraz de hombre normal.
Miente el carnet de identidad: Tu culo es mi localidad.
He aprendido, de estar solo, a llorar sin molestar y a cagarme en los calzones y a dudar.
Si me acerco más, escucho los latidos, todos al compás: el tuyo, el suyo con el mío.
Descuéntame las horas que no he estado contigo, mándame una factura al parque donde vivo. Di que somos iguales, es que no creo en tu calendario, di que somos felices, me masturbo a diario.
No tengo amo ni Dios, vivo la vida a saco, me noto el poderío debajo del sobaco.
La vida es roja si te vas y me derrota igual que en mis sueños.
Busco entre tus piernas la fe y hundo mi sol mojado en tu piel.
Si en el infierno me esperas, quiero fundirme en tu fuego como si fuese de cera.
Despido energía y sé que soy un vago, a mí no me ata corto nadie porque me apago.
Me coge de la mano y yo me sueño con su pelo, para estar tan colgado hace falta echarle güevos.
Me acuesto de día, cuando llega la luz. Y tengo claro que no quiero ser como tú.
Tú por hacer, yo por quedarme tan parado y los dos juntos por tener nuestra cabeza en otro lado.
Y tú que te preocupas por culpa del futuro, cuando ya no te quede será cuando te enteres que ya estás, ya estás más que enterrado en vida.
Me gustaría mucho mas, que te lavaras la cara solo las mañanas que te diera la gana.
Que yo me acuerdo entodavía cuando te besaba, ¡la cago, vuelvo a tiritar!
No consigo recordar cómo pude llegar de la orilla hasta mar adentro... ¡Ah, sí, ya lo recuerdo! He muerto en el naufragio de tu barco de guerra traicionero y resucité al tercer día en el psiquiátrico, absurdo invento...
Que un hombre bomba entró en un bar dispuesto a dialogar, con sus muertos. Que han bombardeado una ciudad y algo ha salido mal, por supuesto.
No he vuelto a ser el mismo desde que se fue Gillespie, Zappa, Mercury, Camarón; y me siento mejor si sé que tengo una estrellita; pequeñita, pero firme.
Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre, ni el calor del sol.
Me da igual, me voy a poner deltoya sin parar, me da igual, ¡deltoya!
Se volvió a gusano mariposa, cansada de volar y no poder arrastrarse al fondo de las cosas, a ver si dentro puede comprender.
Era primavera, el sol salió ese día por ponerse a tu vera.
Cada vez que me ves soy más guarro y más perro, y cada vez que te vas me muero un poco más.
Muere a todas horas gente dentro de mi televisor.
Casi que a la fuerza recorro las horas, que no me encuentra el día si no encuentro su boca.
Y harto de buscarte siempre a oscuras y de volverme de puro hielo, tiré toda mi vida a la basura y ni las ratas se la comieron.
Y yo me quedo en casa, no necesito tenerte cerca cuando vomito.
Decidí aprender a hacerme yo la maleta para poder vivir, hoy lloré, se me habrá metido un poco de arena, eso no es para mí.
¿Dónde estás? ¿Quién es quién? Si tú no vuelves, ¿dónde va a florecer?
Me subo a las estrellas... Y me tiro de cabeza.
Desde aquel día fatal, todo me parece mal, nunca más volveré a querer sentirme bien.
A deshora me levanto de la cama sin nada que hacer, me declaro insuficiente y siempre fuera de la ley.
No sé si atracar un banco o irme a desintoxicar.. ¿para qué quiero el dinero si todo me sienta mal?
No creas que estoy huyendo, si me ves retroceder ¡espera!, que estoy cogiendo carrera. Desafiar la perspectiva del fracaso a la que estamos condenados.
No se atreve la luz, si no estás tú, a pasar por aquí, si oye mi voz... Desde que no estás tú en este rincón, no se atreve a pasar la luz del sol, si oye mi voz se queda fuera.
¡Sol, déjame en paz! La luna me ilumina en esta ruina entra la claridad!
Anda y cuéntale a tu diosecito que aquí huele a mierda.
Tenemos el agua al cuello con tanto puto pantano, las bellotas radioactivas, nos quedamos sin marranos... Extremaydura tus mujeres nos la ponen.