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Visita a L'Aquila (zona del último terremoto): Ayer ha estado Berlusconi pero no me lo han advertido. Si venía yo también, había otro terremoto, con movimientos realmente...
Roberto Benigni
Buenos días princesa. He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti princesa... pienso siempre en ti.
Dilapidad el gozo, consumad la alegría, estar tristes y taciturnos con exuberancia, insuflad con energía en la cara de la gente la felicidad.
No heredamos el mundo de nuestros padres, pero lo tomamos prestado de nuestros hijos.
Tal vez si Freud en lugar de leer a Sófocles, hubiera leído a Pinocho habría inventado el complejo de Geppetto.
A mí me arruinan las mujeres. Demasiado pocas.
Preguntarme qué es la transgresión es como preguntarle al campesino que es la pala.
Estoy condenado a la lucidez. Abstemio total: debo dejar de no beber.
Morir no me gusta para nada. Es la última cosa que haré.
Demostrar gratitud con moderación es un signo de mediocridad.
Las esposas de los políticos hacen todas, beneficencia. A la fuerza. Tienen un sentido de culpa por lo que roban sus maridos.
Escoged las palabras, porque la belleza se inició un día, cuando alguien empezó a elegir.
Visita a L'Aquila: El viernes ha estado Verdone; Berlusconi, ayer; hoy, yo, los tres cómicos más importantes de Italia.
¿Acaso sabeis cuanto tardó Eva en elegir la hoja de parra idónea? ¿cómo me está? ¿cómo me está? ¿cómo me está? Ha desplumado todas las parras del paraiso terrenal.
Franceses, se han traído a todas las mujeres más bellas de Italia, aquí en Francia. Tienen a Carla Bruni, Monica Bellucci y la Gioconda.
Berlusconi dijo a la prensa: No, estoy tranquilo, estoy tranquilo, a la noche duermo como un bebé. Es decir, se despierta cada tres horas y llora.
Ahora hacen los partidos entre jueces y cantantes. Tendríamos que hacer uno entre los ministros y la mafia: en resumen, un partido amistoso.
Buenos dias princesa, no he parado de soñarte.
Después del Juicio Universal, Dios se reúne con Carlos Marx: ¡Ah, eres tú el que me dio todas estas preocupaciones en el siglo XX! Ya que siempre has dicho que yo no existo, serás condenado a hacerme de portero. Y cuando no quiero ser perturbado, estás autorizado a decir que Dios no existe, que Dios no está.
Ser cómico hoy en día pienso que es un trabajo de mucho gozo. Los cómicos son grandes onanistas.
Madre es el más femenino de los padres.