Imágenes
Escribir en verso libre es como jugar al tenis con la red abajo.
Robert Frost
Un banco es un lugar en el que le prestan a usted un paraguas cuando hace buen tiempo y se lo piden cuando empieza a llover.
La lluvia le dijo al viento: Empuja tú que yo azoto y tánto hirieron el soto que de las flores altivas, doblegadas pero vivas, yo sentía el sufrimiento.
Que jamás el destino, comprendiéndome mal, me otorgue la mitad de lo que anhelo y me niegue el regreso.
Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego. Otros que en el hielo. Por lo que yo he probado del deseo, estoy a favor de los que apuestan por el fuego. Pero si por dos veces el mundo pereciera, creo que en cuanto a destrucción, el hielo también es grande y suficiente.
No puede un viejo solo llenar toda una casa, un rincón de los campos, una granja. No puede. Así un anciano guarda la casa solitaria, en la noche de invierno. Y está solo. Está solo.
En un bosque se bifurcaron dos caminos, y yo... Yo tomé el menos transitado. Esto marcó toda la diferencia.
La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.
Yo fui también, antaño, un columpiador de árboles; muy a menudo sueño en que volveré a serlo, cuando me hallo cansado de mis meditaciones, y la vida parece un bosque sin caminos donde, al vagar por él, sentirnos en la cara ardiente el cosquilleo de rotas telarañas, y un ojo lagrimea a causa de una brizna, y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo, para luego volver y empezar otra vez.
Nada hay, para el amor, como la tierra; ignoro si existe mejor sitio.
Hay que amar lo que es digno de ser amado y odiar lo que es odioso, más hace falta buen criterio para distinguir entre lo uno y lo otro.
Trabajando fielmente ocho horas por día, puedes conseguir ser un jefe y trabajar doce horas por día.
Un buen vallado hace buenos vecinos.
Sólo después de haber amado se puede odiar, solo después de haber odiado se puede perdonar.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
El jurado está compuesto por doce personas elegidas para decidir quien tiene el mejor abogado.
Pero tengo promesas que cumplir, y andar mucho camino sin dormir, y andar mucho camino sin dormir.
La oscuridad llegó en el anochecer de mi vida, y sólo se irá en el amanecer de mi muerte.
El sueño más hermoso que el trabajo conoce son los hechos. Mi larga guadaña susurró, y olvidóse del heno.
En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante.
El cerebro es un órgano maravilloso. Comienza a trabajar nada más levantarnos y no deja de funcionar hasta entrar en la oficina.
La razón por la que la preocupación mata más que el trabajo, es porque es más gente la que se preocupa que la que trabaja.
A la pista de tenis se va a jugar al tenis, no a ver si las líneas son rectas.
Es justo allí a mitad de camino entre el huerto desnudo y el huerto verde, cuando las ramas están a punto de estallar en flor, en rosa y blanco, que tememos lo peor.
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado, y eso hizo toda la diferencia.
La educación es la capacidad de escuchar casi cualquier cosa sin perder el genio o confianza en ti.
La mitad del mundo tiene algo que decir, pero no puede; la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla.
Una mitad del mundo está compuesta de gente que tienen algo que decir y no pueden, y la otra de gente que no tienen nada que decir y siguen diciéndolo.
Un poema comienza en deleite y termina en sabiduría.
La educación es la habilidad de escuchar cualquier cosa sin que pierdas los estribos o la seguridad en ti mismo.
El amor es un deseo irresistible de ser deseado irresistiblemente.
El mejor camino para salir es siempre a través.
Un poema completo es uno donde la emoción ha encontrado su pensamiento y el pensamiento ha encontrado las palabras.
Esquivando una abeja de la flor, incliné mi cabeza y, cogiéndola luego por el tallo, escuché y oí, clara, la palabra... ¿Pronunciaste mi nombre? ¿O bien dijiste...? Sí, alguien dijo: ¡Ven!, mientras yo me inclinaba. Si acaso lo pensaba, no lo dije en voz alta... Por eso regresé.
Los hombres laboran juntos, bien trabajen juntos o cada cual por su lado.