Imágenes
Un conjunto de buenas imágenes puede ser detestable.
Robert Bresson
Lo real llegado a la mente ya no es real. Nuestro ojo demasiado pensante, demasiado inteligente.
Retoque de lo real con lo real.
Es necesario que tu película despegue. La hinchazón y lo pintoresco le impiden levantar el vuelo.
Infundir a los objetos el aire de tener ganas de estar allí.
Llamarás bella a la película que te dé una idea elevada del cinematógrafo.
Filmación. Angustia de no dejar escapar nada de lo que sólo entreveo, de lo que tal vez aún no veo y que no podré ver sino más tarde.
Filmación. Nada en lo inesperado que secretamente tú no esperaras.
Asegúrate de haber agotado todo lo que se comunica por medio de la inmovilidad y el silencio.
Lo que ningún ojo humano es capaz de atrapar, lo que ningún lápiz, pincel o pluma es capaz de fijar, tu cámara lo atrapa sin saber qué es y lo fija con la escrupulosa indiferencia de una máquina.
Filmar de improviso, con modelos desconocidos, en lugares imprevistos, adecuados para mantenerme en un estado tenso de alerta.
Tu imaginación apuntará menos a los acontecimientos que a los sentimientos, queriendo siempre que éstos sean lo más documentales posible.
Que se sienta el alma y el corazón de tu película, pero que se haga como labor de las manos.
Haz que aparezca lo que sin ti quizá nunca se vería.
Dos simplicidades. La mala: simplicidad-punto de partida, buscada demasiado pronto. La buena: simplicidad-resultado, recompensa por años de esfuerzo.
Que sea la íntima unión de las imágenes la que las cargue de emoción.
Dos clases de realidad. 1. Lo real en bruto registrado tal cual por la cámara; 2. Lo que llamamos real y que vemos deformado por nuestra memoria y por falsos cálculos.
Nada de música de acompañamiento, de sostén o de refuerzo. Absolutamente nada de música.
Un solo misterio el de las personas y de los objetos.
Las ideas, esconderlas, pero de manera que se las encuentre. La más importante será la más oculta.
El nexo insensible que liga a tus imágenes, las más distantes y las más distintas, es tu visión.
Monta tu película a medida que la filmas. En ella se forman núcleos a los que se aferra todo el resto.
Desembarazarme de errores y falsedades acumulados. Conocer mis recursos, estar seguro de ellos.
Controlar la precisión. Ser yo mismo un instrumento de precisión.
Lo que ocurre en las junturas. Las grandes batallas, decía el general M..., se libran casi siempre en los puntos de intersección de los mapas de estado mayor.
Una imagen demasiado esperada nunca parecerá justa, incluso si lo es.
Si una imagen, contemplada aparte, expresa algo nítidamente, si conlleva una interpretación, no se transformará al contacto con otras imágenes. Las otras imágenes no tendrán ningún poder sobre ella y ella no lo tendrá sobre las otras imágenes. Ni acción, ni reacción. Es definitiva e inutilizable en el sistema del cinematógrafo.
Filmación: Atenerse únicamente a impresiones, a sensaciones. Ninguna intervención de la inteligencia extraña a esas impresiones y sensaciones.
Escarba en el mismo lugar. No te escurras fuera. Doble, triple fondo de las cosas.
Formas que parecen ideas. Considerarlas verdaderas ideas.
Que los sentimientos causen los acontecimientos. No a la inversa.
No filmar para ilustrar una tesis o para mostrar a hombres o mujeres limitados a su aspecto externo, sino para descubrir la materia de la que están hechos. Alcanzar ese 'corazón' que no se deja atrapar ni por la poesía, ni por la filosofía, ni por la dramaturgia.
Montar una película es enlazar a las personas unas con otras y con los objetos a través de las miradas.
Filmación. Colocarse en un estado de ignorancia y de curiosidad intensas, y no obstante ver las cosas antes.
Filmación. Tu película debe parecerse a la que ves cuando cierras los ojos.
Aplicarme a imágenes insignificantes.
Es preciso que los ruidos se conviertan en música.
Dos personas que se miran a los ojos no ven sus ojos sino sus miradas.
Aplanar mis imágenes, sin atenuarlas.
Problema. Hacer ver lo que ves, por intermedio de una máquina que no lo ve como tú lo ves.