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Por cada forma que existe de quererse bien, hay 99 maneras de quererse de mal en peor.
Risto Mejide
¿Hay alguien más que se le haya muerto el perro, el canario, o un abuelo, y quiere dejar la Academia? Ahí afuera hay mucha gente currando a la que se les mueren familiares pero no abandonan su trabajo.
Siempre llora antes quien no debe. El llanto, el verdadero llanto, el auténtico jugo de penas, aparece por primera vez siempre en el sitio equivocado.
Has desafinado tanto que se me ha caído la oreja. Cuando cantas haces gestos extraños... como ese de Gollum con el que nos has deleitado en tu última actuación.
No hay sonido capaz de describir tu actuación de esta noche, y si lo hay no es un sonido que saldría por la boca.
A sonreír se aprende habiendo llorado mucho.
Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada.
Cuando finalicé la carrera, busqué sólo trabajos que cumpliesen 3 requisitos básicos, no tener que madrugar, no tener que llevar corbata y no tener que afeitarme cada día; me sientan realmente mal las tres cosas.
Tu futuro puede ser firmar un contrato por tres discos del que sólo grabes uno, hacer una gira con otros dos triunfitos porque solo no llenarías ni un geriátrico, o acabar muriendo de viejo a los treinta años versionando a La Década Prodigiosa.
Cuando alguien es nombrado jefe, encargado o supervisor de algo, le sobreviene automáticamente un ataque de estupidez directamente proporcional al número resultante de multiplicar su aumento de sueldo con la cantidad de palabras nuevas en la definición de su cargo.
Tiempos de amor pasteurizado, besos que ni rozan las mejillas y afectos de todo a cien.
Cuando estás en televisión todo está aquí, en tu cara, y no te puedes pasar toda la canción poniendo cara de psicópata, porque si alguien en su casa baja el volumen, lo que ve le da miedo.
Como toda duda, ésta también nació certeza. Y como toda certeza, llegó con varios kilos de ignorancia bajo del brazo.
Crecer es aprender a despedirse.
El respeto no se exige, el respeto se gana.
Me da igual cómo has cantado, lo que me interesa es si detrás hay un producto que se puede vender. Veo una voz y una persona pero, sinceramente, no veo un producto.
Abandonar un sueño es como morirse por fascículos. Con la diferencia de que ésta colección no la acabas tú, sino que probablemente sea ella la que acabe contigo.
Eres de alguna forma como un consolador, me explico: eres perfecta en la ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento.
La diferencia entre un diario y una vulgar libreta no está en quién lo escribe, sino en quién lo lee.
Felicito al tapicero que te ha hecho el traje, eres el primer concursante que viene vestido de sofá