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Solamente está exento de fracasos el que no hace esfuerzos.
Richard Whately
No prediques porque tengas que decir algo, sino porque tienes algo que decir.
Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día.
Es locura esperar que los hombres hagan cuanto razonablemente se podía esperar de ellos.
Cuentan que el obispo Warburton decía que la nobleza de la sangre era algo de lo cual nadie hacía descrédito, excepto aquellos que no la tenían; y que jamás conoció a ninguno que se vanagloriase de ella si tenia otra cosa de qué enorgullecerse.
La felicidad no es cosa de risa.
Todos desean ardientemente tener la verdad de su lado; pocos desean estar del lado de la verdad.
Enseñar a quien no tiene curiosidad por aprender, es sembrar un campo sin ararlo.
Pierde una sóla hora a la mañana, y todo el día andarás a la caza de ella.
Dos cosas hay que quien seriamente las busque, rara vez dejará de hallarlas: el conocimiento de sus obligaciones y un pretexto plausible para hacer lo que le dé la gana.