Imágenes
Lo maravilloso está ahí, al alcance de la mano.
René Rebetez
No te tomes por el reflejo, tras de él está tu verdadero rostro.
Resolví alejarme de la sobreprotección materna, salir de un ambiente exageradamente católico y de esa cosa social y extraña que ha caracterizado a la sociedad bogotana.
Una razón universal debe tener en cuenta la diversidad cultural y el valor de los orígenes. El sentido del universo marca la historia no escrita que siempre está presente en los acontecimientos de los pueblos y de los seres.
Se trata de un camino donde uno se construye a sí mismo. Yo encontré que ese camino era común en muchas culturas. Desde la más remota antigüedad, diferentes escuelas enseñaron veladamente la única libertad posible para el hombre: su transformación voluntaria.
Puede que este sea el último viaje que emprendas, aunque eso en verdad es mentira, porque todo es un viaje.
No puedo hablar de todos mis amores, pertenecen a la intimidad de los recuerdos. Puedo asegurar que he sido afortunado en mi trato con las mujeres.
La ciencia ficción es un ejercicio del ser, es una praxis, un abrir de ojos grandes, mucho más grandes, hasta abarcar una información revelada, una síntesis, un fogonazo enceguecedor que nos permita apreciar el milagro constante en que vivimos.
La única forma de vernos, es tomando distancia de nosotros mismos y esto es lo que la imaginación permite hacer.
Un poema oscuro dice más que un discurso claro.
La ciencia ficción no es más que la búsqueda de respuesta a las preguntas perennes: ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cómo? A pesar de su nombre, es la menos precisa de todas las literaturas. Su destino es errar de una pregunta a otra y a veces, dar con la respuesta. Para acercarse a ella se requiere la certeza de que un poema oscuro dice mucho más que un discurso claro.
La ciencia ficción no es sólo un género literario, sino algo más: un estado de conciencia.
Escribo a través del cedazo de mí mismo. Creo que hemos especulado mucho y vivido poco y eso ha dado como consecuencia una cultura intelectual divergente de la realidad.
Un mundo marquetizable, computable, planificable, orientable y analizable, según los oráculos de la economía, organizado desde el poder económico.
Siempre fui enemigo de los grupos y las filas de gente. Me aferro a mi calidad humana, a mi propia personalidad, individual y definitiva. No es que sea antisocial. Nada de eso, lo repito. Pero el hombre adocenado, el hombre masa, me asquea.
En su estado actual, el hombre es un ser extraviado, sin memoria de su origen y su destino, pero posee los atributos necesarios para recordarse a sí mismo y moldear su identidad definitivamente.
He sido un ser amoroso y mis relaciones con las mujeres nunca fueron banales, sino terriblemente fuertes y prolongadas.
Si un escritor no tiene vivencias puede ser un gran peligro, no solamente para él, sino también para los demás.
Mi labor ha consistido en extraer lo vivo de lo que se cree muerto, escarbando en conocimientos genéticos, pre filosóficos, inherentes a la memoria de las culturas.
La literatura de cienciaficción es la crónica más fiel de nuestros tiempos y a veces también una guía premonitoria del futuro.
Hay algo en la esencia de los pueblos que resulta persistente: lo cósmico y lo terrígeno. El negro, el indígena, el hombre antiguo encarnan conceptos que no coinciden con la mentalidad occidental, pero eso no puede dar pábulo para descartar herencias que pertenecen a la composición natural de nuestras raíces.