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Aquí estamos, el 11 de julio de 1995, en la Srebrenica serbia, justo antes de un gran día para Serbia. Entregamos esta ciudad a la nación serbia, recordando el levantamiento contra los turcos. Ha llegado el momento de vengarse de los musulmanes.
Ratko Mladić
No podemos aceptar la ocupación de un solo milímetro cuadrado de suelo serbio. No empezamos esta guerra, no declaramos esta guerra. La guerra fue comenzada y nos fue declarada por los mismos que lo hicieron en 1914 y 1941, junto con el Imperio Austrohúngaro y los fascistas alemanes, unidos contra los serbios.
Yo respondo ante él, pero quien está a cargo de esta guerra soy yo.
Defender a tu pueblo no es ningún crimen; es un deber sagrado.
El comandante de las fuerzas armadas serbobosnias no viaja en burro.
Me pregunto, si Francia quiere realmente crear un Estado musulmán en Europa, ¿por qué no darles la posibilidad de hacerlo en París o en Gran Bretaña?
Mi hijo es la primera de muchas generaciones que pudo conocer a su padre. Ha habido tantos ataques contra el pueblo serbio, que los niños no conocen a sus padres.
Yo no trabajo por dinero. Mi recompensa es mi nación. No hay dinero que pueda pagarme... El sentido de mi vida consiste en darle a la gente lo que puedo en estos tiempos difíciles.