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Cárgate el fardo que quieras; pero sea tal, que lo puedas llevar lejos.
Ramon Llull
La prudencia te dará el conocimiento de ti mismo.
El que tiene ociosa la riqueza no es rico.
El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por olvido.
Si eres humilde con el soberbio, tendrás paz con él, pero él te hará siempre la guerra.
Sin amor, no hay poder bastante a concordar a amigo y a amado.
El que no se posee a sí mismo es extremadamente pobre.
Si no puedes castigar dando, castiga quitando.
No quieras ser bueno ni grande en lo que se oponga a la bondad y grandeza de Dios.
No te robes a ti mismo lo que te pertenece.
A gusto enfermo, no le pidas consejo sobre el sabor.
No hay virtud sin orden.
Desacuerdo entre el, príncipe y su pueblo, difícilmente alcanza remedio.
Si no puedes poner paz, por la igualdad, ponla, por la proporción.
Nunca puede ser tan cumplida la satisfacción como ha sido grande el pecado.
El hombre airado no es capaz de buena defensa.
Ninguna mesa está bien adornada si la templanza está ausente de ella.
Riqueza que sin pobreza no se adquiere no es gran riqueza.
Cada uno de los cinco sentidos es filósofo.
Antes deja que tus parientes manden en tu casa que los de tu mujer.
Más rico puedes hacerte dando que tomando.
La voluntad decide; la conciencia amenaza.
La virtud no cansa.
Causa extrañeza que, en la ciencia del derecho, se violen los derechos de la razón.
El filósofo no claudica ni por amor ni por temor.
Persevera, con bondad, en tus empresas.
Alégrese cada cual, porque Dios es todo, y en todo, bueno y cumplido.
Mortificar un pecado da lugar a desarraigar otro.
La justicia te proporcionará paz, y también trabajos.
Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella.
Imbécil es el asno que anda muy cargado y que pretende correr.
Quien cree obrar bien y se equivoca, no da gran motivo para ser reprendido.
La pobreza camina mucho más ligera que la riqueza.
No honres a tu señor más de lo que a los dos conviene.
El que vive como rico no es pobre.
Ten miedo cada vez que no digas la verdad.
Amor es aquello que a los que están libres reduce a esclavitud, y a los esclavos pone en libertad.
Quien da lo que ha quitado, no solo no es liberal, sino que es hipócrita.
No te juzgues salvado por tu sola bondad.
Quien concede una gracia, espera otra.