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Nada grande se ha realizado nunca sin entusiasmo.
Ralph Waldo Emerson
La biblioteca de una persona es una especie de harén; todo lector con sensibilidad siente gran recato en mostrar sus libros a los forasteros.
El dinero a veces resulta demasiado caro.
Los hombres grandes son aquellos que sienten que lo espiritual es más poderoso que cualquier fuerza material, y que son las ideas las que rigen el mundo.
Dejemos la prisa a los esclavos.
A los hombres les encanta maravillarse. Esto es la semilla de la ciencia.
Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Por exceso de sabiduría, el sabio se vuelve tonto.
En realidad no hay historia, sino solamente biografía.
El arte del comerciante consiste en llevar una cosa desde un sitio donde abunda a otro donde se paga cara.
La cortesía ha sido definida, algo cínicamente, como un artificio de las personas inteligentes para mantener a cierta distancia a los necios.
El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar de lo que se obtiene.
Lo que llamamos en otros pecados, consideramos en nosotros como experiencia.
Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla.
Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
Cuando un hombre encuentra a su pareja, comienza la sociedad.
Todo lo que veo me enseña a tener confianza en el Creador de todo aquello que no he visto nunca.
Insiste en ti mismo, nunca imites. En cada momento puedes presentar tu don con la fuerza acumulativa del cultivo de una vida entera; pero con el talento adoptado de otro sólo improvisas la mitad. Haz lo que tienes asignado para ti así no puedes esperar o atreverte demasiado.
El talento solo no basta para hacer un escritor. Detrás del libro debe haber un hombre.
El único medio de ganar un amigo es portarse amistosamente.
El héroe no tiene siempre hijos heroicos y todavía es menos probable que lo sean sus nietos.
América es un país de hombres jóvenes.
La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.
La literatura es un esfuerzo del hombre para indemnizarse de las injusticias de la suerte.
El mundo existe para la educación de cada uno.
El motivo del hombre es uno mismo, no el añadir un trabajador al Estado.
La poesía nace de la poesía.
Las personas parecen no darse cuenta de que su opinión acerca del mundo es también una declaración de su carácter.
Dos personas pueden hablar y una oír, pero tres individuos no pueden entablar conversación, por más humilde que sea.
En muchas ocasiones la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida.
Todos los héroes acaban por hacerse muy fastidiosos.
La belleza no tiene más razón de ser que a sí misma.
¿Alcanza alguien la memoria de tiempos que no fueron difíciles, y en que el dinero no andaba escaso?
Medite al atardecer, mirando las estrellas y acariciando a su perro, es un remedio infalible.
Todo héroe se aburre al final de su carrera.
La felicidad consiste en llenar las horas; en llenar las horas y no dejar un resquicio para que penetre el arrepentimiento o el consentimiento.
Al tratar del Estado debemos recordar que sus instituciones no son aborígenes; que no son superiores al ciudadano; que todas ellas son imitables y alterables, y que nosotros las podemos hacer igualmente buenas o mejores.
Seamos tan diferentes con los hombres como con los cuadros, a los que tratamos siempre de dar una luz favorable.
La tragedia está en los ojos del que la contempla, no en el corazón del que sufre.
Un hombre dotado de tal prontitud de espíritu que puede tener presente en un instante dado todo lo que sabe, vale para la acción como una docena de hombres que supieran tanto como él, pero sólo son capaces de mostrarlo poco a poco.