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Tanto tienes tanto vales.
Proverbio
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
Quien quita la ocasión, quita el pecado.
Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo.
Entre todos la mataron y ella sola se murió.
No se hizo la miel para la boca del asno.
Zapatero a tus zapatos.
La avaricia rompe el saco.
De bien nacidos es ser agradecidos.
Quien bien te quiere te hará llorar.
Las cañas se vuelven lanzas.
A buen hambre no hay pan duro.
De aquellos polvos vienen estos lodos.
No sólo de pan vive el hombre.
El huésped y el pez, a los tres días hieden.
No hay rosa sin espinas.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
En los nidos de antaño no hay pájaros hogaño.
Pedir celos es despertar a alguien que está durmiendo.
Las cosas de palacio van despacio.
El buen paño en el arca se vende.
De tal palo, tal astilla.
El perro del hortelano, que no come las berzas ni las deja comer a su amo.
El que no llora, no mama.
Al freír será al reír.
No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague.
Más vale ser cabeza de ratón que cola de león.
La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
Quien tiene tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino.
Éramos pocos y parió mi abuela.
Duerme con el pensamiento de la muerte y levántate con el pensamiento de que la vida es corta.
Ningún hombre honesto se hace rico en un momento.
Por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan.
Aramos, dijo la mosca al buey.
El que tuvo, retuvo, y guardó para la vejez.
Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.
Quien ama el peligro, en él perece.
Afortunado en el juego, desgraciado en amores.
A caballo regalado, no le mires el diente.