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Derechos escritos, nada más escritos, son burlas a los pueblos, momificadas en Códigos.
Práxedis G. Guerrero
Maldecid a los descontentos, vosotros los que amais la estabilidad del hongo; el descontento es el nervio más poderoso del progreso.
Es más fácil suplantar un ídolo en la conciencia de los idolatras; no así destruir la idolatría. Por eso los suplantadores tienen mejor suerte que los reformadores.
La palabra, como medio para unificar las tendencias. La acción, como medio para establecer los principios de la vida práctica.
¿Teméis a la Revolución? Renunciad a la injusticia y el miedo se acabará en vosotros.
¿Arriesgan a beber el agua que está en el camino de la revolución?
Respetad el orden existente, someteos a las leyes que se hacen inviolables para los cobardes, y sereis eternamente esclavos.
Cread un ídolo y os daré un yugo.
Tenemos hambre y sed de justicia, se oye por todas partes; pero ¿cuántos de esos hambrientos se atreven a tomar el pan y cuantos de esos sedientos se arriesgan a beber el agua que está en el camino de la revolución?
Quién es más responsable, el tirano que oprime al pueblo o el pueblo que lo produjo.
Si sentís deseos de inclinaros ante un déspota, hacedlo; pero levantad una piedra para terminar dignamente el saludo.
Detrás de cada religión esta la tiranía; detrás del ateísmo la libertad.
Una causa no triunfa por su bondad y su justicia; triunfa por el afán de sus adeptos.
Sembrad una pequeña simiente de rebeldía, y determinaréis una cosecha de libertades.
La pasividad y la mansedumbre no implican bondad, como la rebeldía no significa salvajismo.
Para luchar por la libertad no hacen falta odios; sin odio se abren los tuneles, sin odio se ponen diques a los ríos, sin odio se hiere la tierra para sembrar el grano, sin odio pueden aniquilarse a los despotismos, puede llegarse a la acción más violenta cuando sea necesaria para la emancipación humana.
Todavía la naturaleza no produce arboles que den fruto de justicia y bienestar. Sembremos y cultivemos.
Vivir para ser libres, o morir para dejar de ser esclavos.
Los triunfos morales no bastan para emancipar a un pueblo, como las comidas espirituales no alimentan ningún cuerpo.
Si os parece que andando no llegais a la libertad, corred entonces.
Instruir al cerebro es hacer efectivo el golpe del brazo; armar el brazo es dar fuerza a las concepciones del cerebro.
La justicia no se compra ni se pide de limosna; si no existe, se hace.