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Se amigo de la verdad hasta el martirio; pero no seas su apóstol hasta la intolerancia.
Pitágoras
El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
La tierra regala riqueza profusamente y alimento pacífico. Y os brinda alimentos que están libres de muerte y de sangre.
El defecto es un monstruo que nos procrea.
Escoge a una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido escogerla más bella, pero no mejor.
Abstente de las habas...
Entre dos hombres iguales en fuerza, el más fuerte es el que tiene la razón.
Apártate de los caminos frecuentados y camina por los senderos...
No permitas que una golondrina haga su nido bajo tu tejado.
La fidelidad que debemos a nuestro amigo es una cosa sagrada, que no permite la más leve ironía.
Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
La amistad es el vínculo de dos almas virtuosas.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
La libertad dijo un día a la ley: Tú me estorbas. La ley respondió a la libertad: Yo te guardo.
Abandona los grandes caminos, sigue los senderos.
Todo lo que el hombre hace a los animales, regresa de nuevo a él. Quien corta con un cuchillo la garganta de un buey y permanece sordo ante los bramidos de temor, quien es capaz de matar impávido a un atemorizado cabrito, y se come el pájaro, al que él mismo ha alimentado, ¿cuán lejos está del crimen un hombre así?
Prefiero el bastón de la experiencia que el carro rápido de la fortuna. El filósofo viaja a pie.
No veas en tu enemigo más que un amigo extraviado.
Sacrifica y adora descalzo.
¡Oh legislador! No me des leyes para los pueblos, sino pueblos para las leyes.
La preocupación germina en la cuna de la ignorante pereza.
Borra de la ceniza la huella de la marmita...
La felicidad consiste en poder unir el principio con el fin.
No te mires al espejo junto a una lámpara.
Los hombres que siempre hablan verdad son los que más se aproximan a Dios.
Es igualmente peligroso dar una espada a un loco que el poder a un depravado.
Tras levantarte de la cama, enrolla los cobertores y allana el lugar donde yaciste.
En tres partes se divide el alma humana: en mente, en sabiduría y en ira.
Antes que al médico llama a tu amigo.
El principio es la mitad del todo.
La ira se halla también en otros animales; la sabiduría, sólo en el hombre.
No tengas más que una mujer y un amigo. Las fuerzas del cuerpo y del alma no toleran más.
Cállate o di algo mejor que el silencio.
No lleves anillo...
Evitad todo aquello que pueda atraer a la envidia.
No despreciéis a nadie: un átomo hace sombra.
Para no perder el tiempo, no leas más que los anales de un sólo pueblo: todos los pueblos se parecen.
Ante todo, respetáos a vosotros mismos.
Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.
El número es el que rige las formas y las ideas, y la causa de los dioses y los demonios.