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Hay que saber adaptarse a la suerte de cada uno.
Pietro Metastasio
Fortuna y audacia van siempre juntas.
El que vive enamorado delira, a menudo se lamenta, siempre suspira, y no habla sino de morir.
No se confíe al mar quien tema al viento.
No siempre están de acuerdo los labios y el corazón.
Aprendemos errando.
Si la justicia empleara todo su rigor, la tierra pronto sería un desierto.
El temor y la esperanza nacen juntos y juntos mueren.
¿Quién puede vanagloriarse de no tener defectos? Examinando los suyos, aprenda cada uno a perdonar los de los demás.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!.
Sin la piedad, la justicia degenera en crueldad, y la piedad sin justicia es debilidad.
Si todo el mundo llevara escritas en la frente sus angustias, muchos que nos causan envidia nos darían lástima.
La vida se mide por hechos y no por días.
El tiempo es infiel con quien abusa de él.
Usar de venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza.
Nunca se teme bastante al confiar en otro.
De esa cara aprendí a suspirar de amor, siempre por esa cara suspiraré de amor.
El silencio es fecundo.
Todo placer esperado es mayor que el obtenido.
La antorcha de quien me enciende es la única que me alegra y da placer, otras antorchas son demasiado frías para calentar mi corazón.