Imágenes
Aunque apenas pueda resistir mis males, prefiero padecerlos a merecerlos.
Pierre Corneille
Un favor tal que excede toda posibilidad de ser recompensado, constituye una obligación tan pesada, que llega a ofender.
Nuestros triunfos más halagüeños están entremezclados con tristeza.
Donde la dulzura es en vano, la ira es justa.
Cuando hemos merecido una vez el odio de un hombre, debemos presumir que busca hacernos traición. Su amistad debe sernos sospechosa.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
Mi más dulce esperanza es perderla del todo.
Mi deber no depende del de otro, y he de cumplir con el mío, pese a su olvido.
No llames cobarde (a mi amor), cuando con toda pompa y triunfador me impone sus leyes.
Jamás la libertad deja de ser grata.
Al vencer sin obstáculos se triunfa sin gloria.
Lo vergonzoso es el crimen, no el cadalso.
Cuanto mayor sea el esfuerzo, mayor es la gloria.
El amor y la razón son enemigos jurados.
Creaos enemigos que me sea permitido odiar.
Mi pasión se opone a mi resentimiento; dentro de mi enemigo encuentro a mi amante.
El amor propio es la fuente de todos los otros amores.
¡Dure por siempre el mal, si es que conviene tal remedio!
El que menosprecia la vida, ése es verdaderamente dueño de la suya.
Roma no está en Roma; está toda entera donde yo estoy.
Guando uno es valeroso, siempre está presto.
¡Oh! Cómo muchas acciones, ¿cuántas hazañas fabulosas siguen sin gloria en medio de la noche?
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
El amor satisfecho pierde todo su encanto.
Cuando falla el brazo, castigan a la cabeza.
El amor no es más que un deleite; el honor es un deber.
El que ha resuelto vencer o morir rara vez es vencido: una desesperación tan noble difícilmente perece.