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¡Ah, ah! ¡Qué buena vida! Cansarme poco, divertirme bastante, y tener en el bolsillo siempre algún doblón.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
¡Bribón y bribona! ¡Os entendéis para burlaros de mí! Sed amigos, sed amantes, sed lo que os plazca - pero, pardiez... ¡esposos!
Entre todas las cosas serias, el matrimonio es la más divertida.
¿Me achacaríais como delito rechazar a una solterona cuando Vuestra Excelencia se permite soplarnos a todas las jóvenes?
Con carácter y con talento, en el futuro podrías ascender en los despachos.
Saber hacer vale más que saber.
En el vasto campo de la intriga hay que saber cultivarlo todo: hasta la vanidad de un necio.
Yo era pobre, me despreciaban. Demostré algún ingenio. Una mujer bonita y un poco de fortuna...
Si recuerdos como ésos comprometieran, uno estaría obligado a casarse con todo el mundo.
Si no supiera que enamorado, poeta y músico son tres títulos de indulgencia para todas las locuras...
Un hombre prudente no ha de buscarse problemas con los grandes.
Para adquirir riquezas el saber hacer vale más que el mero saber.
Ya que mis ojos os sirven de espejo, estudiad en ellos el efecto de lo que os predigo. Con sólo que hagáis ademán de acercados a la señora...
Nuestro sexo es ardiente, pero tímido; por más que cierto encanto nos arrastre hacia el placer, la mujer más proclive a tener aventuras siente dentro de si una voz que le dice: sé hermosa, si puedes; sé honesta, si quieres; pero sé siempre considerada.
¡Ya no soy aquélla Rosina que tanto perseguisteis! Soy la pobre condesa Almaviva, la triste mujer abandonada a la que ya no amáis.
Las gentes que a nada aspiran, nada arriesgan y para nada sirven. Ese es mi lema.
Los más culpables son los menos generosos, es la norma.
Te bastaría estudiar un poco la política a mi lado.
Desde que este señor es algo aquí, declaro que yo ya no soy nada.