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Nunca debes huir de algo inmortal. Atraerás su atención. Nunca huyas. Camina despacio y finge que estás pensando en otras cosas. Canta una canción, recita un poema, ensaya alguno de tus trucos, pero camina despacio y quizá no te siga. Has de caminar muy despacio, mago.
Peter S. Beagle
Nací mortal y he sido inmortal durante un largo y absurdo tiempo, y un día seré mortal otra vez; de modo que sé algo que un unicornio no puede saber. Todo aquello que puede morir es bello... Más bello que un unicornio, que vivirá para siempre, y que es la criatura más bella del mundo. ¿Me comprendes?
La perseverancia constituye las nueve décimas partes de cualquier arte... Aunque no sirva de mucho ser nueve décimas partes de artista, por supuesto.
No siempre somos lo que parecemos, y casi nunca somos lo que soñamos.
Soy un héroe. Simplemente es un oficio, como tejer o fabricar cerveza, y como todos tiene sus trucos, sus mañas y sus secretos. Hay formas de intuir a las brujas y de reconocer la presencia de un veneno; existen ciertos puntos débiles en todos los dragones y ciertas argucias que emplean encapuchados desconocidos para ponerte a prueba.
Los unicornios constituyen la especie más cautelosa de los animales salvajes, pero duermen profundamente cuando lo hacen.
Pienso que el amor es más fuerte que las costumbres y las circunstancias. Pienso que es posible esperar a alguien durante mucho tiempo, e incluso recordar por qué lo esperabas cuando por fin llega.
Entonces, ¿Para qué sirve la magia? -Rugió el príncipe Lír-. ¿De qué vale toda esa hechicería, si no puede salvar a un unicornio? - continuó, y se agarró con fuerza al hombro del mago para no caer. Para eso están los héroes -dijo Schmendrick-.
Si los hombres ya no reconocen lo que miran, es muy posible que todavía existan unicornios en el mundo, ignorados y felices.
Las apariencias no engañan a ningún gato salido de su primer pellejo, al contrario de los seres humanos, que se complacen en ellas.
El príncipe puede matar un millar de dragones, pero no puede destruir castillos o destronar reyes. No va con su carácter. Es un hijo obediente que trata, ¡Ay de él!, de ser digno del hombre al que llama su padre.
Un sueño que se repite tan a menudo es una suerte de mensajero, que viene a predeciros el futuro o a recordaros cosas prematuramente olvidadas.
Los grandes héroes necesitan penas y amarguras, de lo contrario la mitad de su grandeza pasaría desapercibida. Todo es parte del cuento de hadas.
Tu nombre es una campana de oro que pende en mi corazón. Me rompería en pedazos si te llamara una sola vez por tu nombre.
A las chicas les gustan más los poemas que los dragones muertos y las espadas encantadas.
Ahora estás en la historia, con todos nosotros, y debes seguir en ella, quieras o no. Si quieres encontrar a tu pueblo, si quieres volver a ser una unicornio, debes proseguir el cuento de hadas hasta el castillo del rey Haggard, o hacia cualquier otro lugar que decida. La historia no puede terminar sin la princesa.
Todo muere -repuso ella, hablando siempre para el príncipe Lír-. Es bueno que todo muera. Quiero morir cuando mueras tú. No dejes que me hechice, no permitas que me haga inmortal. No soy una unicornio, no soy una criatura mágica. Soy humana, y te quiero.
Los unicornios son inmortales. Su naturaleza exige que vivan solos en un único lugar, por lo general un bosque donde haya un estanque de agua lo bastante clara como para mirarse en ella; pues son un poco vanidosos y saben perfectamente que son los seres más bellos del mundo... Y mágicos, además.