Imágenes
Nadie puede decir voy a hacer una obra de arte, nadie puede decir soy artista. Es la permanencia en el tiempo lo que hará que esa obra posiblemente sea una obra de arte.
Pérez Celis
Creo que justamente la obra se hace obra cuando uno es auténtico y existe una armonía entre lo que sientes y lo que haces.
Puede buscar un científico, que sabe lo que está buscando. Pero el creador no puede buscar algo que no conoce.
A mí de un cuadro ya no me importa si está bien pintado, mal pintado, si es una buena idea: me importa que tenga sangre. La sangre usted la siente al margen de todo eso.
Cuando uno se siente atraído por la libertad y la pasión, debe manifestarla para trascender.
Siempre me apoyé en figuras geométricas, aparentemente geométricas, pero a diferencia de los pintores geométricos yo lo tomo como punto de partida, como apoyo, y dejo liberado a lo que sí recibo que, repito, es parte del todo, parte de mi interior y parte de mi formación.
El ser humano tiene siempre la posibilidad de aportar cosas diferentes. Ningún joven y no tan joven se tiene que preocupar de que todo está hecho, porque mientras haya un ser humano con un creyón en la mano y trace una línea ya va a poder decir algo enteramente nuevo y diferente a todo lo que se dijo en la historia del arte.
En el arte a diferencia de la tecnología, -todos sabemos que la tecnología evoluciona pero a la vez envejece- no pasa lo mismo porque nadie puede decir que Picasso o Mondrian dejaron de lado a Leonardo, Caravaggio o Boticelli. El arte es lo único que hace permanente al ser humano.
En mi pintura se observan cambios muy marcados, pero sin embargo, coinciden en que soy Pérez Celis. Pero no porque yo me lo proponga -nadie se puede proponer nada de lo que no es- sino que nunca, cuando tengo que pintar un cuadro, me preocupa el estilo para demostrar algo.
En general lo más importante que nos ha pasado ha sido inesperado. Eso va desde la muerte hasta el amor, la amistad y tantas otras cosas. Uno nunca se imagina lo profundo, lo verdadero, lo más esencial no puede estar dentro de la imaginación que, como dije, siempre es el pasado. Pero la vida siempre tiene cosas interesantes que nos depara cosas distintas todo el tiempo, inesperadas sobre todo.
Yo creo que la creación no pasa por el conocimiento. Insisto, sólo podemos buscar lo que conocemos. Entonces para eso tenemos que estar en actitud de alerta y receptivos... para encontrar. Esta es la única posibilidad de crear.
Yo creo que el artista se motiva por algo y lo desarrolla, y es ahí cuando expresa y hace sentir algo.
Mis hijos algo recibieron de mí, que es hacer -hagan lo que hagan- con amor y con pasión. Que nunca hagan algo por conveniencia.
Ni Picasso, ni Bacon, ni Van Gogh ni ningún grande fue jurado. Y lamentablemente yo conozco muchos mediocres pintores a los que les encanta ser jurados permanentemente. Yo tengo que elegir: quiero hacer esto o aspiro a hacer obras de arte.
Quienes necesitan matar algo para poder subsistir se desarrollan como criminales. Hasta ahora habían importado tendencias, cuando éstas se acabaron importaron la muerte continuando con la misma actitud de los plagiadores que los antecedieron. Es como decir que Beethoven, Van Gogh, San Martín han muerto. La pintura no ha muerto. ¡Yo estoy vivo!
Yo no veo nada más contrario al arte que el concepto. Porque el concepto es una cosa cerrada. Y el arte es todo lo contrario. Arte conceptual es como un contrasentido.
La idea tiene corto alcance, se gasta. En cambio, dos manzanas de Cézanne o un retrato de Rembrandt, como idea, son nada. Sin embargo, tienen algo más profundo que los hace trascendentes y permanentes.
Qué sé yo si lo que hago es arte. Y menos lo va a saber un crítico.
Por eso cuando dicen yo trabajo como un obrero o como un científico, es falso. El verdadero artista trabaja a pesar de cualquier cosa.
En general, no trabajo con ideas eso es parte de otra discusión, prefiero suplantar la palabra idea por la palabra motivación. Yo estoy motivado por algo y ese algo es una obra.
Y el artista es aquel que supera todos los inconvenientes que hay entre él y la obra. Los inconvenientes son de todo tipo: psicológicos, anímicos, materiales, económicos, y son también de fortuna. Cuando se superan todos esos inconvenientes es posible que se pueda ser artista.
El artista ha trabajado mucho, más de lo que la gente supone. Por eso tiene una obra. Lo otro es bla, bla, bla y uno busca la obra y no la tienen.
Mi pintura fue cambiando no solamente por el momento que sucedía sino también por los lugares diferentes que me ha tocado vivir.