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Para mí, el premio es estar nominado para los Oscar en categorías de las llamadas importantes. Es insólito, es histórico, con lo cual siento una enorme emoción que quiero compartir con todo el mundo. Después, lo de marzo... pues será
Pedro Almodóvar
Porque aunque parezca que el cine es el lenguaje por excelencia para sugerir, el lenguaje de los sueños, de lo irracional, para nada, el cine es muy muy objetivo: hay cosas que en una novela puedes pasar por alto pero que en la película tienes que mostrar.
Soy anticlerical, pero como individuo no tengo ninguna necesidad de luchar contra la Iglesia, porque para mí no es un fantasma del que tenga que defenderme. Creo que la Iglesia española se está atreviendo a decir unas cosas en nuestra sociedad que debemos de poner en evidencia porque son muy peligrosas.
Creo que la conciencia de la pasión te hace actuar muy distinto.
Cuando hago una película lo último que pienso es en el espectador, bastante tengo ya, no hay una neurona libre para pensar en otra cosa. Pero en el momento en que se ha terminado y se estrena, no pienso en otra cosa, hasta me quita el sueño.
Ser director de cine en España es como ser torero en Japón.
Por suerte, la naturaleza me ha dotado de una curiosidad irracional hasta para las cosas más nimias. Eso me salva. La curiosidad es lo único que me mantiene a flote. Todo lo demás me hunde. ¡Ah!, y la vocación. No sé si sería capaz de vivir sin ella.
Existen dos cosas en el cine que tienen un valor distinto dependiendo de si las hace un hombre o una mujer: los desnudos frontales y el hecho de llorar.
Nací en una mala época para España, pero realmente buena para el cine.
No soporto al artista cuya principal motivación sea la provocación. Creo que los grandes provocadores lo son sin proponérselo.
El deseo es algo irracional por el cual uno siempre tiene que pagar un alto precio.
Aunque amo a mi madre, no quise hacer un retrato idealizado de ella. Me fascinan más sus defectos: son más divertidos que sus otras cualidades.
También quise expresar la fuerza del cine para esconder la realidad mientras entretiene.
Cantar con una bata guateada es una experiencia por la que todo director de cine debe pasar.
El éxito me permite hacer lo que quiero. Otra cosa es la fama, pues no necesitas hacer nada para llegar a ser famoso, estamos rodeados de ejemplos de este tipo.
De golpe se acercan unas elecciones y no sabes a quién votar. Sé lo que no quiero votar, pero lo que quiero votar no lo veo. Eso produce una impotencia enorme y los políticos deberían darse por aludidos.
Si a los curas se les permitiera desarrollar su sexualidad natural, estoy seguro de que el 90% de estos casos desaparecerían, acabarían buscándose novio o novia y no aparecería esa sexualidad deformada, monstruosa y enferma a la que da pie el celibato.
Yo creo que el único premio posible es el dinero. Es mucho más decorativo que una estatuilla, porque puedes comprarte un traje de Armani.
No juzgo lo que está bien o mal o lo que es real y no está en la cultura.
Pero el hecho de estar nominado no me hace sentirme más cerca de hacer una película en inglés. Eso llegará si encuentro el guión adecuado o la historia adecuada, una que tenga que rodarse en inglés. Y lo haré como otra película en español porque lo que me motiva siempre es la historia.