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Un abrazo quiere decir: no me amenazas, no tengo miedo de estar tan cerca, puedo relajarme, sentirme en casa, estoy protegido y alguien me comprende. Dice la tradición que cada vez que abrazamos de verdad a alguien, ganamos un día de vida.
Paulo Coelho
Un guerrero de la luz toma decisiones. Su alma es libre como las nubes en el cielo, pero él está comprometido con su sueño. En su camino libremente elegido, tiene que levantarse en horas que no le gustan, hablar con gente que no aporta nada, hacer algunos sacrificios.
Pero hay una cosa que quedará para siempre marcada en el alma del universo: mi amor. A pesar de los errores, de las decisiones que hicieron sufrir a los demás, de los momentos en los que pensé que no existía.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
La gran victoria que hoy parece fácil fue el resultado de pequeñas victorias que pasaron desapercibidas.
Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro.
Cada día escojo la verdad con la que pretendo vivir.
Tenemos que olvidar lo que creemos ser para poder ser lo que realmente somos.
No ofrezcas a dios sólo el dolor de tus penitencias, ofrécele también tus alegrías.
Herir al oponente es herirse a uno mismo.
No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.
Cuando el conocimiento masculino se une con la transformación femenina, está creada la gran unión mágica, que se llama Sabiduría.
El Universo siempre conspira a favor de los soñadores.
Aun cuando haya pasado por todo lo que pasé, no me arrepiento de los problemas en que me metí, porque fueron ellos los que me condujeron hasta donde deseé llegar.
Dios escribió en el mundo el camino que cada hombre debe seguir. Sólo hay que leer lo que Él escribió para ti.
La búsqueda de la alegría es más importante que la necesidad del dolor.
En el Camino de Santiago y en la propia vida, la sabiduría tiene valor solamente si puede ayudar al hombre a vencer algún obstáculo.
Deja de estar pensando siempre que causas alguna molestia, coacción o perturbación a tu prójimo. Si así fuera, la gente ya protestaría, y si no tuviera el valor para hacerlo, es su problema.
Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos.
Ningún hombre se vuelve santo mientras duerme.
Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.
Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.
A cada edad de un hombre, el señor le da sus propias inquietudes.
Todas las mañanas dios nos muestra su sonrisa.
Los valientes, en cambio, prenden fuego a lo que era viejo y, aunque a costa de un gran sufrimiento interior, abandonan todo y siguen adelante.
El ser humano sólo se da el lujo de ser loco cuando las condiciones se lo permiten.
El sufrimiento nace cuando esperamos que los demás nos amen de la manera que imaginamos.
No importa cómo te sientas, levántate todas las mañanas y prepárate para emitir tu luz. Los que no están ciegos verán tu brillo y se maravillarán con él.
Cuando se ama no tenemos ninguna necesidad de entender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros.
LLevamos adornos para demostrar lo ricos que somos, aunque muchas veces tengamos más adornos que dinero.
El amor permanece. ¡Son los hombres los que cambian!
¿Qué es un maestro? no es aquél que enseña algo, sino quien inspira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene en el alma.
No pretendas ser bravo cuando basta ser inteligente.
Un guerrero no se deja asustar cuando busca lo que necesita. Sin amor, él no es nada.
Cuando está cansado o solitario, no sueña con mujeres y hombres distantes; busca a quien está a su lado, y comparte su dolor o su necesidad de cariño, con placer y sin culpa.
Comprendí que las cosas no son absolutas; existen en función de la percepción de cada uno. Y muchas veces, la mejor manera de saber quiénes somos es intentar saber cómo nos ven los demás.
Las cosas simples son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas.
Cuanto más felices pueden ser las personas, más infelices se vuelven.
Nadie puede quedar ajeno a los cambios que el mundo empieza a experimentar a partir de ahora.