Imágenes
Conocerás la naturaleza etérea y, también en el éter todas las señales y los efectos destructivos de la pura y clara antorcha del sol y de dónde se han engendrado.
Parménides de Elea
Es indiferente para mí por donde comience; pues allí volveré nuevamente.
Un solo relato queda como camino: el Ente es.
¿Y qué necesidad lo habría impulsado a nacer antes o después, partiendo de la nada?
Lo mismo puede ser inteligido y puede ser.
Un solo camino narrable queda: que es. Y sobre este camino hay signos abundantes.
Las yeguas que me llevan tan lejos como mi ánimo alcance me transportaban cuando, al conducirme, me trajeron al camino, abundante en signos, de la diosa.
Todo lo que hay ha existido siempre. Nada puede surgir de la nada. Y algo que existe, tampoco se puede convertir en nada.
Lo mismo permanece en lo mismo, y descansa en sí mismo.
Lo mismo es pensar y ser.
Pues ni hay ni habrá nada ajeno aparte de lo que es.