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Gobernar a hierro y sangre.
Otto von Bismarck
La política no debe tratar de vengar el mal realizado, sino de cuidar que no se reproduzca.
La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse.
Es un gran mal el de no saber decir con resolución sí o no.
La división de los Estados Unidos en federaciones de igual fuerza fue decidido mucho antes de la guerra civil por los altos poderes financieros de Europa.
El periodista es un hombre que se ha equivocado de carrera.
Las grandes cuestiones no se decidirán por medio de discursos y votaciones, sino con sangre y hierro.
Te diré el secreto de la política: amistad con Rusia.
La vida me ha enseñado a perdonar mucho, pero nunca a esperar perdón.
Si alguna vez hay otra guerra en Europa, será resultado de alguna maldita estupidez en los Balcanes.
Un cínico es un hombre que sabe el precio de todas las cosas e ignora el valor de una sola.
Ante cualquier desavenencia no caigamos en el error de dudar o bien de su inteligencia, o de su buena voluntad.
Un buen orador debe tener algo de escritor, no ha de tomarse la verdad con precisión matemática.
Los grandes políticos deben su reputación, cuando no a la pura casualidad, a circunstancias que ellos mismos no podían prever.
A un ejército conquistador apostado en la frontera no se le detiene con elocuencia.
Cuando alguien dice estar de acuerdo, en principio, en hacer algo, quiere decir que no tiene la menor intención de hacerlo.
El hombre que nada teme es tan fuerte como el que es temido por todo el mundo.
Nada que venga de Francia puede ser bueno.
Con las leyes pasa como con las salchichas, es mejor no ver como se hacen.
No podemos hacer la historia, sino sólo esperar a que se desarrolle.
Nunca te fíes de un ruso, porque ruso no cree que incluso para ellos mismos.
Las leyes son como las salchichas. Duermes mucho mejor cuanto menos sepas cómo se hacen.
El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación.
Hay ocasiones en que un gobierno debe ser liberal y otras en que debe ser dictatorial: aquí todo cambia y no hay eternidad.
La política no es una ciencia exacta, sino un arte.
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.
Yo siempre traspaso los buenos consejos que me dan. Es para lo único que sirven.
Amo a los perros porque nunca le hacen sentir a uno que los haya tratado mal.
Hasta en una declaración de guerra deben observarse las reglas de urbanidad.
Cuídate de los que sólo ven desorden en el ruido y paz en el silencio.