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La desobediencia es la virtud original del hombre. Mediante la desobediencia y la rebelión se ha realizado el progreso.
Oscar Wilde
El que dice la verdad, puede estar seguro que tarde o temprano será descubierto.
La única forma de expiarse por estar de vez en cuando exageradamente vestido es ser siempre exageradamente educado.
Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad.
Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, pero son abominablemente presumidos cuando no los son.
Conciencia y cobardía son la misma cosa, solo que conciencia es el nombre comercial.
Me parece que todos miramos a la Naturaleza demasiado y vivimos con ella demasiado poco.
La hermosura termina cuando se comienza a tomar expresión intelectual.
La diferencia entre la literatura y el periodismo consiste en que el periodismo no puede leerse y la literatura no se lee.
Cuando hayamos descubierto las leyes que rigen la vida, nos daremos cuenta de que el hombre de acción se ilusiona más que el soñador.
Es poco todo el cuidado que se ponga en la elección de sus enemigos.
Es muy dulce bailar con los violines.
El mundo mira con desconfianza todo cuanto tiene la apariencia de una vida conyugal feliz.
Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.
¡Ah! ¡Cosa terrible es sentir como propia la ajena culpa!
Ouida amaba a Lord Lytton con un amor que convirtió la vida de él en un infierno.
La única especie de mentira absolutamente irreprochable es la de mentir por mentir.
Fracasar y morir joven es la única esperanza de un escocés que desee perdurar como artista.
La moda es siempre un esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres sólo pueden ser amadas.
Entre un hombre y una mujer no hay amistad posible. Hay amor, odio, pasión, pero no amistad.
Jamás viajo sin mi diario. Siempre debería llevarse algo estupendo para leer en el tren.
Cada acierto nos trae un enemigo. Para ser popular hay que ser mediocre.
¡Sepanlo todos! Cada hombre mata lo que ama: unos, con mirada cruel; otros, con palabras amorosas; el cobarde, con un beso, y el valiente, con la espada.
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
La verdad, en materia religiosa, es simplemente la opinión que ha sobrevivido.
El escultor piensa en mármol.
En los asuntos triviales, el estilo y no la sinceridad es lo esencial. En los importantes, también el estilo es lo esencial.
Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos.
El único deber que tenemos con la historia es reescribirla.
No hay casa, por humilde que sea, en la que, si son puros los corazones que allí habiten, no entre el amor.
Puede que consideren una falta de educación que me presente ante ustedes fumando, pero de menos educación considero que le interrumpan a uno mientras fuma.
Un fracaso en amor es, para el hombre, como una misión cumplida. Los corazones están hechos para ser rotos.
Mientras una mujer pueda parecer diez años más joven que su hija, es completamente feliz.
Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.
Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.
Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.
Las mujeres son cuadros, los hombres, problemas. Si queréis saber lo que significa realmente una mujer, contempladla: no la escuchéis.
La primera obligación en la vida es ser tan artificial como se pueda. La segunda obligación hasta ahora no ha sido descubierta.
Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.