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Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca tienen nada que decir, pero lo dicen de manera encantadora.
Oscar Wilde
En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.
Cada niño es un letrero viviente que dice: ¡Precaución!
Mis deseos son órdenes para mí.
Mis propios asuntos siempre me aburren mortalmente. Prefiero los de los demás.
La vida es simplemente un mal cuarto de hora formado con momentos exquisitos.
Uno debería: o ser una obra de arte o llevar una consigo.
No hay nada en el mundo comparable a la abnegación de una mujer casada.
Las mujeres nos inspiran a hacer las más grandes obras, pero son ellas mismas quienes nos impiden hacerlas.
El único deber es el deber de divertirse terriblemente.
Sólo hay una clase de la sociedad que piensa más en el dinero que los ricos, y son los pobres. Los pobres no pueden pensar en otra cosa. En eso consiste la desgracia de ser pobre.
Lo único que es capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgulllo que le proporciona hacerlas.
En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.
Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida.
La gente ordinaria esperaba a que la vida les desvelase sus secretos, pero para unos pocos, para los elegidos, la vida revelaba sus misterios antes de apartar el velo. Esto era a veces consecuencia del arte, y sobre todo del arte de la literatura, que se ocupa de manera inmediata de las pasiones y de la inteligencia.
Lo peor es un enemigo tonto. Un enemigo inteligente, si también lo somos, no deja de apreciarnos por ello y combatirá siempre con nobleza contra nosotros.
Ten cuidado con lo que deseas, se puede convertir en realidad.
Donde hay sufrimiento, hay suelo sagrado.
El paraíso es una tiranía; allí me sentiré como en casa.
Las buenas intenciones pueden tener valor en un sistema ético; pero en arte, no. No basta tenerlas; se ha de realizar la obra.
Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.
Donde hay aflicción, hay tierra sagrada.
A veces pienso que Dios creando al hombre sobreestimó un poco su habilidad.
La persona que lo sabe todo: ése es el idealmoderno. Y la mente de esa persona que todo lo sabe es una cosa terrible, un almacén de baratillo, todo monstruos y polvo, y siempre con precios por encima de su valor verdadero.
Un poco de sinceridad es algo peligroso; demasiada sinceridad, es absolutamente fatal.
Con libertad, libros, flores y la luna, ¿quién no puede ser feliz?
La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
La muerte es la cosa, la única, que me aterra siempre. La odio. Hoy se puede sobrevivir a todo menos a ella.
La razón de que todos seamos tan amigos de pensar bien de los demás, es que todos tememos por nosotros mismos. La base del optimismo es simplemente el miedo.
La única forma de vivir en la memoria de las clases comerciales es nunca pagando las deudas.
La gente enseña para disimular su ignorancia, lo mismo que sonríe para ocultar sus lágrimas.
El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte.
Uno jamás debería escuchar. Escuchar es un signo de indiferencia hacia los que nos escuchan.
La tragedia de la vejez estriba, no en que uno sea viejo, sino en que uno es joven.
La muerte y la vulgaridad son los únicos dos hechos que en el siglo XIX no han podido ser explicados satisfactoriamente.
Las peores obras son las que están hechas con las mejores intenciones.
El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.
Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos.
El placer es la única cosa por la que se debe vivir. Nada envejece tan rápido como la felicidad.
Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez.