Frases de Oscar Wilde

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Todo pensamiento es inmoral. La destrucción está en su propia naturaleza. Pensar en una cosa es matarla. Nada sobrevive cuando es objeto de pensamiento.

Dad a las mujeresocasiones adecuadas y las mujeres podrán hacer todo.

Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado.

Uno debería estar siempre enamorado; esa es la razón por la que no deberíamos casarnos nunca.

Él conocía el momento psicológico preciso en que no tenía que decir nada.

Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.

Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.

Ya no puedo creer en nada, aunque sea increíble.

Incluso el amor es simplemente una cuestión de fisiología. No tiene nada que ver con la voluntad. Los jóvenes quieren ser fieles y no lo son; los viejos quieren ser infieles y no pueden.

Los buenos consejos que me dan sólo me sirven para traspasarlos a otros.

Y los que se salen de su esfera cambian sólo de entorno, no de naturaleza.

No hay poemas morales o inmortales. Los poemas están bien escritos o están mal escritos: eso es todo.

El trabajo es la maldición de la clase bebedora.

En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.

Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido.

Es mejor ser guapo que ser bueno. Pero... es mejor ser bueno que ser feo.

Inglaterra ha logrado algo: ha inventado y oficializado el concepto de opinión pública, un intento de organizar la ignorancia de la comunidad y elevarla a la dignidad de la fuerza fisica.

Hay que simpatizar siempre con la alegría de la vida, cuanto menos se hable de las llagas de la vida, mejor.

La literatura se anticipa siempre a la vida. No la copia, sino que la modela con arreglo a sus fines.

Esperar lo inesperado, es señal de un espíritu profundamente moderno.

Para dormirme cuento mis defectos.

Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.

Los hombres interesantes son los que tienen un futuro. Las mujeres interesantes, las que tienen un pasado.

La felicidad de un hombre casado depende de las personas con quienes se ha casado.

Sólo las cosas sagradas merecen ser alcanzadas.

Sólo los grandes maestros del estilo logran ser oscuros.

Todo hombre mata aquello que ama. Unos lo hacen con una mirada cruel; otros con una palabra halagadora. El cobarde lo hace con un beso; el valiente, con un cuchillo.

Un hombre que moraliza es, generalmente, un hipócrita; y una mujer que moraliza es, invariablemente, fea.

Si se pudiera enseñar a hablar a los ingleses y a escuchar a los irlandeses, la sociedad sería civilizada.

El pecador debe arrepentirse. Pero, ¿por qué? Sencillamente porque de otro modo sería incapaz de darse cuenta de lo que ha hecho. El momento del arrepentimiento es el momento de la iniciación.

La única diferencia entre los santos y los pecadores es que los santos tuvieron su pasado, y los pecadores tienen su futuro.

Todos llevamos dentro el cielo y el infierno.

Pesimista es aquel que cuando puede escoger entre dos males, elige ambos.

Las recompensas del mundo degradan tanto a un hombre como sus castigos.

La fealdad quedó instaurada por primera vez en el arte al ser exhibido el primer retrato del hombre.

Lo único que puede consolar a un pobre es la extravagancia. Lo único puede consolar a un rico es el ahorro.

El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.

Ser natural es una pose demasiado difícil.

La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión.

Algo había muerto en cada uno de nosotros y lo que había muerto era la esperanza.

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