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Ebrio o sediente, aspiro al sueño. Yo no quiero saber qué es bien o mal, adversidad o suerte... Reservo a una ventura un sitio reducido, seguro de que una desdicha ha de seguirla.
Omar Jayam
¿Por qué vendes tu vino, mercader?
El pasado es un cadáver que debes sepultar.
A la sombra de un árbol, un libro de versos, un jarro de vino y una hogaza de pan, y tú cantando junto a mí en medio del desierto. ¡Oh, el desierto sería ya para mí colmado paraíso!
Los sabios no podrán enseñarte nunca nada, mas la caricia de unas negras pestañas de mujer te revelará la felicidad.
Toma el efectivo y deja que el crédito se vaya.
El dedo del Destino tan sólo una palabra escribió antes de irse. Nada, ni inteligencia, ni Amor, ni compasión, hará que se retracte. No hay lágrimas bastantes para poder borrarla.
No ves sino las apariencias de las cosas; te das cuenta de tu ignorancia y, sin embargo, no renuncias a amar. Deberías saber que Alá nos ha dado el amor como nos dio ciertas plantas venenosas.
La verdad y el error, la certeza y la duda, no son sino palabras huecas como pompas de jabón.
Si los que aman el vino y el amor van al infierno, mañana verás el paraíso liso como la mano.
Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa.
La vida es un tablero de ajedrez, donde el Hado nos mueve cual peones, dando mates con penas. En cuanto acaba el juego, nos saca del tablero Y nos arroja a todos al cajón de la Nada.
Quiero que cuando muera borren todas mis huellas; y para que mi vida sea ejemplar, que amasen con vino mis cenizas, y con ellas construyan la tapadera de una tinaja para vino.
Si los amantes del vino y del amor van al infierno... vacío debe estar el paraíso.
Mira y escucha. Una rosa tiembla, agitada por la brisa, y el ruiseñor le canta un himno apasionado.
Luna de amor que nunca conociste el ocaso, Que te remontas una y otra vez en el cielo, ¡cuántas y cuántas veces tratarás de buscarme en el mismo jardín, y todo será inútil!
Sólo el vino te librará de tus cuidados. Sólo el vino te impedirá vacilar entre las setenta y dos sectas. No te apartes del mago que tiene el poder de trasladarte al país del olvido.
¿Por qué temer la muerte? Yo prefiero esta meta, que eludir no se puede, a la que se me impuso al nacer. ¿Qué es la vida? Algo que me fue dado sin pedirlo, y que pienso devolver desdeñoso.
Abandónate al destino y adáptate a las circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras.
Si eres prudente, goza el momento que pasa; lo futuro, ¿qué encerrará?
¡Todos los reinos de la tierra por un vaso de vino! ¡Toda la ciencia de los hombres por la suave fragancia del mosto fermentado! ¡Todas las canciones de amor por el grato murmullo del vino que llena nuestras copas!