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La sociedad liberal se paralizará si deja de ser autocrítica.
Octavio Paz
La poesía es el punto de intersección entre el poder divino y la libertad humana.
Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.
A la caída del Imperio romano de Occidente, la Iglesia lo sustituyó.
El hombre es un ser que se ha creado así mismo creando un lenguaje. Por la palabra, el hombre es una metáfora de sí mismo.
No es poeta aquel que no ha sentido la tentación de destruir o crear otro lenguaje.
Los imperios están condenados a la dispersión, como las ortodoxias y las ideologías, a los cismas y a las escisiones.
La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas sino raíces.
Mis ojos te descubren desnuda y te cubren con una lluvia cálida de miradas.
Defender a la naturaleza es defender a los hombres.
El fin de la historia será el comienzo de la paz: el reino de la inocencia recobrada.
Un mundo nace cuando dos se besan.
Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo.
La manifestación más pura e inmediata del tiempo es el ahora.
Dime cómo mueres, y te diré quién eres.
Baja desnuda, la luna por el pozo, la mujer por mis ojos.
Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos.
La poesía es revelación de la condición humana y consagración de una experiencia histórica concreta.
La ilusión de una morada en el tiempo es el deseo de hombres y mujeres. La esperanza y el instante de la felicidad, únicos asideros para vivir esta errancia sin fin. Y la cultura, para muchos, la salvación de toda tragedia: vivir en cualesquiera de los géneros teatrales, pero no vivir muerto.
El periódico es hijo de la publicidad y ella lo devora: es un lenguaje que se usa y, al usarse, se gasta hasta que termina en el cesto de la basura.
Si los líderes leyeran poesía, serían más sabios.
Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.
La historia del siglo XX es la historia de las utopías convertidas en campos de concentración.
El lenguaje se deteriora, pero la función de los poetas es revalorizar las palabras.
El hombre es una criatura moral que envejece, que muere y que no sabe para qué vino aquí.
El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos.
El presente es un fruto en el que la vida y la muerte se funden.
La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones...
La democracia es el régimen de las opiniones relativas.
La palabra futuro es una palabra en decadencia.
Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente.
Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje.
Perder nuestro nombre es como perder nuestra sombra; ser sólo nuestro nombre es reducirnos a ser sombra.
Tal vez amar es aprender a caminar por este mundo.
La realidad es más real en blanco y negro.
Sin democracia, la libertad es una quimera.
Tanto los Padres de la Iglesia como los doctores del período escolástico injertaron la filosofía griega en la doctrina cristiana.
Ahora sabemos que el reino del progreso no es de este mundo.
No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino: si México quiere ser tendrá que ser moderno.
Luchar contra el mal es luchar contra nosotros mismos.