Imágenes
Una oscura e inquieta castidad puso una flor para mí en el jardín más secreto en un horizonte de gracia y claridad intangible y próximo. Promesa estática en la luz de la luna de la densidad en mí corpórea no es la culpa, es la memoria de la primera mañana del pecado sin Eva y sin Adán. Sólo el fruto probado y la serpiente enroscada en mi soledad.
Natália Correia