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La pobreza es una amenaza para la paz.
Muhammad Yunus
Cuando naces en una familia numerosa no te queda más remedio que espabilar y ser fuerte.
Me di cuenta que la gente sufre por un poco de dinero y que en innumerables casos son víctimas de los usureros. Así que decidí confeccionar una lista con el monto que requería cada persona en una aldea. Para mi sorpresa, la suma fue de 27 dólares. No lo podía creer.
Los negocios sociales son empresas creadas para resolver problemas... Si todos creemos en ello, desaparecerá la oscuridad.
¿Por qué es la gente la que debe ser digna de los bancos?, ¿Acaso son los bancos dignos de la gente?
La pobreza no la crea la gente pobre. Ésta es producto del sistema que hemos creado, por ende hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad.
Tenemos que conseguir que todos los pobres tengan comida e Internet.
Trabajamos en unas cuarenta mil aldeas. Prestamos 2,4 millones de dólares y el 94% de nuestros clientes son mujeres. Y el banco les pertenece.
Soy una persona pragmática. Si las cosas no salen bien a la primera, las rediseño y las repito. Nunca me rindo. Así vuelvo sobre lo mismo una y otra vez hasta que me quedo satisfecho con mi trabajo, cuando sé que he dado lo mejor de mí.
Ante un problema, revisamos las reglas de un banco tradicional y las hacemos totalmente al revés. Es decir, mientras más necesita una persona, más prioridad le damos.
La pobreza no es una condición natural de los seres humanos, es una imposición artificial.
Nuestro trabajo en Grameen Bank nos mostró que la gente pobre tiene habilidades que permanecen inutilizadas, y que son capaces de cambiar su propio destino si se le dan las oportunidades correctas.
Grameen Bank es una de las instituciones más estudiadas del mundo.
Estamos tan frustrados que creemos presenciar el fin de la civilización.
La economía convencional se basaba en la avaricia.
Desde mi punto de vista, solo se puede admirar a la gente que ha hecho grandes cosas, y yo no aspiraba a tanto. No pertenezco a esa categoría. Me conformo con ayudar a una sola persona.
Los microcréditos son necesarios en todas partes, aunque en los países pobres lo son aún más.
La transformación viene desde dentro del sistema.
Los pobres son las personas bonsái. La sociedad no les ha permitido el suelo auténtico. Si les permites el suelo legítimo, oportunidades reales, crecerán tan alto como todos los demás.
Los niños de próximas generaciones irán a ver la pobreza a los museos.
Cuando alguien pierde su trabajo, debe tener la oportunidad de comenzar de nuevo.