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Los ciudadanos plantaban ajo para mantener a sus familias, enojando a los codiciosos tiranos que están llenos de odio, enviando hordas de recaudadores de impuestos para oprimir a las masas, que se lamentaban de su suerte...
Mo Yan
Nosotros, el pueblo llano, sudamos sangre como si fuéramos bestias de carga, sólo para que los oficiales corruptos y codiciosos puedan engordar y no hacer nada.
Nunca acabes un buen alimento de un solo bocado, ni cuentes una buena historia de un tirón.
Todo el mundo dice que nuestros líderes local es son elegidos por las masas. ¿Pero por qué los funcionarios siguen gastándose todo el dinero de sus amos? Nosotros, el pueblo llano, sudamos sangre como si fuéramos bestias de carga, sólo para que los oficiales corruptos y codiciosos puedan engordar y no hacer nada.
Uso el pasado para describir el presente. En mis historias, los lectores pueden encontrarse a sí mismos y a nuestra sociedad.
¿Qué crees que se va a agotar antes, tu boca o la porra eléctrica? Ahora no cometas ninguna locura. Tener la boca demasiado grande es la causa de la mayor parte de los problemas.
Como padre pienso que uno debería tener tantos hijos como quiera. No resulta sencillo solucionar el problema de la población en China. Solo hay una cosa de la que estoy completamente seguro: a nadie se le debe impedir tener un hijo por medio de la violencia.
Dijeron que los oficiales amaban al pueblo. Entonces, ¿Por qué trataban a la gente como si fueran sus enemigos? Los gravosos impuestos y los aranceles cobrados por debajo de la mesa, como bestias abominables, obligaron a los campesinos a dirigirse a las colinas.
Siempre he hecho hincapié en que me considero un escritor de las personas, no escritor del Partido. Detesto a los funcionarios corruptos.
Las historias y los dramas chinos suelen terminar bien. Pero la mayoría de mis libros tienen un final trágico. Sin embargo, hablan de esperanza, dignidad y fuerza.
Morir es fácil; lo difícil es vivir. Y cuanto más difícil se vuelve, más fuerte es la voluntad de seguir viviendo. Y cuanto mayor es el miedo a la muerte, mayor es el esfuerzo que se hace por conservar la vida.
Ganar el Premio Nobel me deja asombrado, porque siempre pensé que era una cosa fuera de mi alcance. Me sentí muy feliz y asustado. Ganar no significa nada.
Palabras que pertenecen a otros, no a mí, salen de mi boca.
Escribo deprisa, pero pienso de manera concienzuda. Cada vez que hablo en público, me pregunto posteriormente si me he expresado con claridad.
Tener la boca demasiado grande es la causa de la mayor parte de los problemas.