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Cuando eso se logre, un mercado competitivo de educación privada al servicio de padres que tienen la libertad de escoger la que consideran es la mejor escuela para cada uno de sus hijos demostrará cómo se revolucionará la educación.
Milton Friedman
Creo que el término liberal clásico es igualmente aplicable. No me interesa mucho lo que me llamen, estoy mucho más interesado en que la gente piense más acerca de las ideas que acerca de la persona.
En mi opinión, la expansión de la libertad económica traerá en consecuencia mayores libertades políticas.
Sólo el gobierno es capaz de coger un papel perfectamente bueno, cubrirlo con tinta perfectamente buena y hacer una combinación absolutamente banal.
Uno de los más grandes errores es juzgar a los políticos y sus programas por sus intenciones, en vez que por sus resultados.
Tenemos un sistema que cobra cada vez más impuestos al trabajo y subsidia el no trabajar.
Si un intercambio entre dos partes es voluntario, no tendrá lugar a menos que ambas partes crean que se beneficiarán de él. La mayoría de las falacias económicas derivan del perder de vista esta simple reflexión.
Lo que cuenta es lo que sucede en la práctica. Muchos de los países en Latinoamérica copiaron la constitución de Estados Unidos palabra por palabra pero estas constituciones no tuvieron el mismo efecto en esos países como lo tuvo aquí. Las formas en sí mismas no son suficientes.
La responsabilidad social de los negocios consiste en incrementar sus beneficios.
Hay muchas variantes del liberalismo. Hay un liberalismo de gobierno cero; anarquista. Hay un liberalismo de gobierno limitado. Comparten un montón en términos de sus valores fundamentales. Si los llevas hasta sus últimos términos, son diferentes. No parece importar en la práctica, porque ambos queremos trabajar en la misma dirección.
Mucha gente quiere que el gobierno proteja a los consumidores. Un problema mucho más urgente es proteger a los consumidores del gobierno.
La amplia aceptación de las opiniones entre los profesionales de la economía ha hecho que durante dos décadas, prácticamente todos menos unos cuantos reaccionarios pensaran que los nuevos conocimientos económicos habían vuelto obsoleta la política monetaria. El dinero no importaba.
Por supuesto, la existencia de un mercado libre no elimina la necesidad de un gobierno. Por el contrario, como hemos dicho, el gobierno es esencial como foro para determinar las reglas del juego y como árbitro para aplicar las reglas que se decidan.
Pero la evidencia es abrumadora. Los únicos países del mundo en los cuales las gentes de bajos ingresos han llegado a conseguir un nivel de vida medianamente decente son aquéllos que confían en mercados capitalistas.
La guerra es amiga del Estado. La guerra lleva a una expansión en el rol del Estado. Cuando la guerra culmina, el Estado muy raras veces retorna a los niveles en los que estaba anteriormente.
La solución por el gobierno de un problema es habitualmente tan mala como el mismo problema.
Estoy a favor de legalizar las drogas. Según mi sistema de valores, si la mayoría de la gente quiere matarse a sí mismos, tienen todo el derecho de hacerlo. La mayoría de los problemas que vienen de las drogas son porque éstas son ilegales.
Una de mis esperanzas es la desilusión creciente con la idea de que el gobierno es ese hermano mayor siempre sabio, todopoderoso, que puede resolver cualquier problema que salte en el camino.
Hay una cortina de humo detrás de cada programa de gobierno.
Nada es tan permanente como un programa temporal del gobierno.
Un régimen monetario aislaría la política monetaria del poder arbitrario de un pequeño grupo de hombres no sujetos al control de los electores, y de las presiones a corto plazo de la política partidista.
Las únicas sociedades que han sido capaces de crear una prosperidad relativa ampliamente extendida han sido aquéllas que han confiado principalmente en los mercados capitalistas.
Estoy a favor de reducir impuestos bajo cualquier circunstancia y por cualquier excusa, por cualquier razón, en cualquier momento en que sea posible.
La privatización no significa nada si no se cuenta con el Estado de derecho. ¿De qué vale privatizar si no se cuenta con seguridad sobre su propiedad o si no la puede usar como se quiere?
Es común que se piense, equivocadamente, que quienes están a favor del libre mercado también están a favor de todo lo que hacen las grandes empresas. Nada podría alejarse más de la verdad.
Los gobiernos nunca aprenden, sólo la gente aprende.
Pero en el mercado, si inicias un proyecto, tienes que financiarlo de tu propio bolsillo.
La verdad elemental es que la Gran Depresión se produjo por una mala gestión pública.
Casi nadie hoy en día, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, considera posible ni deseable el socialismo tradicional de la propiedad y operación estatal de los medios de producción.
El hombre libre no se pregunta ni qué puede hacer su país por él, ni qué puede hacer él por su país.
Aunque necesario para la libertad, el capitalismo sólo no es suficiente para garantizarla. Tiene que estar acompañado por un conjunto de valores y de instituciones políticas favorables a la libertad.
... sólo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelve políticamente inevitable.
Colón no buscó una nueva ruta a las Indias en respuesta a una directiva elegida mayoritariamente.
¿Es acaso posible reducir el tamaño del gobierno? Creo que hay una sola manera de lograrlo: de la misma manera que los padres controlan a los hijos botarates, reduciéndoles su estipendio. En el caso del gobierno, eso equivale a reducir los impuestos.
Cuando se trata de economía, todo el mundo es un experto que casi siempre se equivoca, y los ejecutivos de negocios no son la excepción.
Mi apoyo a que se reduzcan los impuestos es por el efecto que produce en los gastos del gobierno. Considero que el gobierno es demasiado grande y entremetido, que lo que recibimos del gobierno federal, estatal y local no vale lo que pagamos en impuestos sobre nuestros ingresos ni el 10% adicional que cuestan las regulaciones.
Digo gracias a Dios por el gasto gubernamental. Si el gobierno está haciendo cosas malas, es sólo el gasto lo que previene que el daño sea más grande.
El salario mínimo impide a muchas personas obtener un empleo.
Una fuente mayor de objeciones a la economía libre es precisamente que da a la gente lo que quiere, en vez de lo que un grupo particular piensa que debería querer. Subyacente a la mayoría de los argumentos contra el mercado libre existe una falta de fe en la libertad misma.
Está usted equivocado, a no ser que se refiera a la historia de EU del siglo pasado y la primera parte de este siglo. Desde 1933 EU ha ido en la dirección que México llevó a sus extremos. En estos momentos el Estado dispone de más del 50% del ingreso nacional a través de programas, regulaciones, mandatos, etc., el mejor ejemplo para ustedes es el Hong Kong de los últimos 30 años.