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La Unión Soviética se había equivocado al rechazar por tanto tiempo la religión, y ahora necesitaba su fuerza moral.
Mijaíl Gorbachov
Una Europa débil va a perder su papel de vanguardia del desarrollo mundial. Nos hemos dormido en los laureles.
Queremos que en todo país la gente disfrute de prosperidad, bienestar y felicidad. Alcanzaremos esa meta si adelantamos hacia un mundo que esté libre de las armas nucleares y de la violencia.
Los valores morales que la religión generó y representó durante siglos también pueden ayudar en la labor de renovar nuestro país. En realidad, eso ya está sucediendo.
En la Unión Soviética viven personas de muchas confesiones: cristianos, musulmanes, judíos, y budistas entre otros. Todos ellos tienen el derecho de satisfacer sus necesidades espirituales, por lo que en breve se adoptará en nuestro país la Ley de Libertad de Conciencia.
El mercado no es un invento del capitalismo. Siempre ha existido. Es un invento de la civilización.
Puede que la generación que vive hoy en la Tierra presencie el advenimiento de un irreversible período de paz en la historia de la civilización.
El Partido Comunista Soviético inició la perestroika y generó su concepto y política. Sobre esta base se han emprendido en el país profundos cambios revolucionarios que abarcan todas las esferas de la vida y todos los sectores de población. Cambios rápidos, de gran alcance y originalidad, se están produciendo en el marco de la perestroika.
La humanidad ya no puede tolerar más el hecho de que cada año mueran millones de niños.
Se puede oprimir, obligar, sobornar, quebrantar o destrozar, pero solo durante un tiempo.
Estamos dispuestos a celebrar conferencias, no solo para terminar con la carrera de armamentos, sino para reducirlos al máximo, hasta llegar al desarme completo y general.