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La vida no es sueño. El más vigoroso tacto espiritual es la necesidad de persistencia en una forma u otra. El anhelo de extenderse en tiempo y en espacio.
Miguel de Unamuno
La fe no es creer lo que no vimos, sino crear lo que no vemos.
Este vivir que es el vivirdesnudo ¿no es acaso la vida de la muerte?
Y hay que viajar, lo he dicho antes de ahora, por topofobia, para huir de cada lugar, no buscando aquel a que va, sino escapándose de aquel de donde parte.
Primero la verdad que la paz.
La patria de un cristiano no es de este mundo.
Si, ya se qué uno de esos caudillos de la que llaman revolución social ha dicho que la religión es el opio del pueblo. Sí, démosle opio, y que duerma, y que sueñe.
El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.
Espera, que sólo el que espera vive. Pero teme el día en que se te conviertan en recuerdo las esperanzas.
Han sido siempre poetas, hombres enamorados de la gloria, los que han cantado la vanitad de ella.
¡Que inventen ellos!
Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdades.
La última y definitiva justicia es el perdón.
La razón es la muerte del fascismo.
Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible.
Los que reniegan de Dios es por desesperación de no encontrarlo.
La filosofía responde a la necesidad de hacernos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida.
Hablar de nacionalidades oprimidas perdonadme la fuerza, la dureza de la expresión- es sencillamente una mentecatada; no ha habido nunca semejante opresión, y lo demás es envenenar la Historia y falsearla.
La calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos.
La fe es la fuente de la realidad, porque es la vida; creer es crear.
Es muy triste no sentirse amado, pero es mucho más triste no ser capaz de amar.
No hay más que un modo de dar una vez en el clavo, y es dar cientos de veces en la herradura.
No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita; y soporta luego la ingratitud.
Y el Cristo dijo: Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen, y no hay hombre que sepa lo que se hace. Pero ha sido menester convertir a la religión, a beneficio del orden social, en policía, y de ahí el infierno.
El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.
La dicha me muestra, más que la desgracia, el vacío de la vida.
Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio.
¿De qué te sirve meterte a definir la felicidad si no logra uno con ello ser feliz?
¡Y dichoso aquel que logra hacer de su casa o de la morada en que su oficio se cumple, otro cuerpo más para su espíritu!
La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante.
Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da.
En un divorcio, no importa si el casamiento se acordó legalmente o no. La propiedad debe ser dividida de cualquier modo.
Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo.
Como estoy descansando, no tengo tiempo para trabajar.
Ni, pues, el anhelo vital de inmortalidad humana halla confirmación racional, ni tampoco la razón nos da aliciente y consuelo de vida y verdadera finalidad a ésta.
... leyó esto: Dios es una gran equis sobre la última barrera de los conocimientos humanos; a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira. Y escribió al margen: De la barrera acá, todo se explica sin él; de la barrera allá, ni con él ni sin él.
No se de que se trata, pero me opongo.
Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe.
El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
Al servirnos de Dios pretendemos abrirlo, como a un paraguas, para que nos proteja de toda suerte de males.