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Yo imagino que es bueno mandar aunque sea a un hato de ganado.
Miguel de Cervantes
Las armas tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida.
Los delitos llevan en las espaldas el castigo.
Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.
Las necedades del rico por sentencias pasan por el mundo.
La baja fortuna jamás se enmendó con la ociosidad ni con la pereza.
Cada cual se fabrica su destino, no tiene aquí fortuna parte alguna.
Es querer atar las lenguas a los maldicientes lo mismo que querer poner puertas al campo.
El amor y la aflicción con facilidad ciegan los ojos del entendimiento.
La libertad es uno de los más preciados dones que a los hombres dieran los cielos.
Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.
La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino.
¡A buscar ventura, que la halla el que se muda!
Son hechos los poetas de una masa dulce, suave, correosa y tierna, y amiga de holgar en casa ajena.
La belleza del cuerpo muchas veces es indicio de la hermosura del alma.
Sé breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo.
Al que mal vive, el miedo le sigue.
Señor, yo soy un hombre pacífico, manso, sosegado y sé disimular cualquier injuria porque tengo mujer e hijos que sustentar y criar.
No hay joya en el mundo tan estimable como una mujer casta y virtuosa.
No ames lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser.
No hay liberal mal puesto, como no hay avaro que no lo sea.
Y nunca a los amantes aconsejes cuando tienen por gloria sus cuidados; que es como quien predice a los herejes, en sus vanos errores obstinados.
No hay mejor bolsa que la caridad.
Y entre buenos es fuero que valga más la virtud que el dinero.
Para dar y tener, seso es menester.
Yo no soy bueno para palacio, porque tengo vergüenza y no sé lisonjear.
Las esperanzas dudosas han de hacer a los hombres atrevidos, pero no temerarios.
En los principios amorosos los desengaños prestos suelen ser remedios calificados.
El Caballero de Triste Figura.
Quien no madruga con el sol no disfruta de la jornada.
No hay carga más pesada que una mujer liviana.
Es mejor ser loado de los pocos sabios, que burlado de los muchos necios.
No todas las verdades han de salir en público, ni a los ojos de todos.
Las venganzas castigan, pero no quitan culpas.
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas.
El andar a caballo a unos hace caballeros, a otros caballerizos.
Así es pero tiene el miedo muchos ojos, y ve las cosas debajo de tierra, cuanto más encima en el cielo.
La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.
Es algún consuelo en las desgracias hallar quien de ellas se duela.
No puede haber gracia donde no hay discreción.