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He cambiado muchas veces de opinión, pero siempre he tenido la razón.
Miguel Campion
Aquel desconocido que pedía dinero en una esquina de Callao le estaba dando el primer abrazoauténtico del día.
La realidad es un padre horrendo, hediondo y brutal que nos maltrata. Como no podemos escapar de él, nos refugiamos en la hermosa ficción.
Nos decepciona que el otro no actúe como esperamos. ¿Cómo lo haría, si no conoce al personaje ficticio que creamos para que encaje en él?
A veces yo no me explico bien, pero a veces tú no me entiendes. Ambos tendremos que asumir esa posibilidad.
Los mediocres aman la mediocridad y odian lo original, lo excepcional y lo diferente.
Vienes a verme como una dama caritativa que va a ver a los pobres tapándose la nariz con un pañuelo perfumado.
Hay gente que tiene sonrisas perpetuas, falsas, cosidas, de hilo, como las de los peluches. Sonrisas de peluche.
Las personas que te ayudan no son ángeles, son solo gente. En el mundo todavía quedan algunas buenas personas.
La gente con personalidad propia no necesita refugiarse en etiquetas e identidades colectivas para ser alguien.
El único que se preocupaba por ella era un mendigo con un cartel de cartón que decía: Hoy por ti, mañana por mí.
Perseguir, anhelar, desear la felicidad nos hace tremendamente infelices.
Es muy grave no tener acceso a la educación pero es peor tenerlo y no aprovecharlo o despreciarlo.
El amor está en la mente del que ama, en su cuerpo, en sus sensaciones, y en ningún otro lado. No esperes nada real de tu amor imaginario.
Natalia y Jacob caminaban lentamente, en silencio, por las vacías calles de un Madrid fantasmal, antártico. Parecía que en el mundo no había más almas que las blancas estelas de sus alientos.
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