Imágenes
Kennedy sonreía con ese entusiasmo y ese optimismo cretinos tan difíciles de imitar para los que no son norteamericanos.
Michel Houellebecq
El envejecimiento, en especial el aparente, no es de ningún modo un proceso continuo, se puede más bien caracterizar la vida como una sucesión de escalones separados por caídas bruscas.
La voz de la gente no cambia nunca, como tampoco la expresión de su mirada. En medio del derrumbamiento físico generalizado en que se resume la vejez, la voz y la mirada aportan el testimonio dolorosamente irrecusable de la persistencia del carácter, las aspiraciones, los deseos, de todo lo que constituye una personalidad humana.
Lo que define ante todo al hombre occidental es el puesto que ocupa en el proceso de producción, y no su estatuto de reproductor.