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Hasta el final seguiré siendo, simplemente, Michael Faraday.
Michael Faraday
Al comienzo de su conferencia y, mediante una serie de sutiles graduaciones imperceptibles al auditorio, mantenerlo vivo en tanto el tema lo exija.
La dicción no debe ser rápida ni apresurada, y, por lo tanto, ininteligible, sino pausada y lenta.
Legó a la posteridad un caudal de logros puramente científicos mayor que el de cualquier otro científico físico, y las consecuencias prácticas de sus descubrimientos han influido profundamente en la naturaleza de la vida civilizada.
Un orador resta mucha dignidad a su carácter cuando le da cierto sesgo a la información para que lo obsequien con aplausos y halagos.
Nada es demasiado maravilloso para ser cierto si obedece a las leyes de la naturaleza.
Siempre me veo obligado a elaborar sobre el papel un plan y a rellenar sus distintas partes acudiendo a la memoria, ya por asociación de ideas, ya utilizando algún otro método. El resultado es una serie de encabezamientos principales y secundarios a partir de los cuales desarrollo el tema.
El hecho fundamental nunca falla; su prueba siempre es verdadera.
Un catedrático debería ofrecer a su auditorio la indiscutible impresión de que ha puesto en juego todas sus energías para procurarle enseñanzas y gozo.
Sir, un día podrá usted gravarla con impuestos.