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Todas las cosas hechas en el momento oportuno tienen cierta gracia.
Menandro
El azar provee nuestras cosas mejor que nosotros mismos.
Hágase no aquello que deseo, sino lo que sea justo.
El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia, si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo.
Durante la noche llegan a la inteligencia del sabio los pensamientos sensatos.
Aquel a quien aman los dioses, muere joven.
Nada aflige tanto como la calumnia.
El primero que procuró a los pobres el arte y medios de alimentarse, hizo miserables a muchos; más sencillo hubiera sido que aquél, a quien la vida es difícil, se hubiera muerto prontamente.
Feliz yo, que no poseo esposa.
Es una gran suerte tener pocos parientes.
El hombre bueno con suerte, es un bien común.
¡Mal haya el que primero se caso, y luego el segundo, y también el tercero, y el cuarto, y cuantos que le siguieron!
Soy un hombre, y nada de lo humano me es ajeno.
El mayor consuelo en la desgracia es encontrar corazones compasivos.
¡Cuán dulce es al sabio recordar sus trabajos!
La inteligencia que mora en cada uno de nosotros es un dios.
¿Qué puede un muerto tener de bueno, que no lo tengamos los que estamos en vida?
La risa inoportuna en un hombre es un grave mal.
La conciencia es un Dios para los mortales.
Al hombre le cuesta muy poco esfuerzo atraerse la desgracia.
El que huye puede volver a luchar.
¡Qué cosa tan agradable es el hombre, cuando es hombre!
Una vida que tiene que luchar constantemente por la vida no es una vida.
¡Tres veces infeliz el que, siendo pobre, se casa y tiene hijos!
No es vergonzoso nacer pobre, lo es el llegar a serlo por acciones torpes.
Nadie vive la vida que escogió.
La sensatez no conviene en todas las ocasiones; a veces hay que ser un poco loco con los locos.
En la adversidad una persona es salvada por la esperanza.
El que no ha sido azotado, no ha sido educado.
El sueño alimenta cuando no se tiene qué comer.
Aunque nunca obres mal, no por eso escaparás al dolor alguna vez.
El matrimonio, a decir verdad, es un mal; pero un mal necesario.
Quien tiene la voluntad tiene la fuerza.
Más valiera haber nacido asno que tener que ver a los que son peores que nosotros viviendo ostentosamente.
No hay cosa peor que la mujer, incluso la buena.
Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.
Salud e inteligencia son las dos bendiciones de esta vida.
No es terrible la muerte, sino la muerte vergonzosa.
La noche siempre trae consejos.
Las costumbres del que nos habla nos convencen más que sus razonamientos.
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