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De continuo me parecía que iba a encontrar a un ser humano sencillo y sabio que me conduciría a un camino ancho y luminoso.
Máximo Gorki
Éramos veintiséis, veintiséis máquinas vivientes encerradas en un sótano, en el que desde la mañana hasta la noche amasábamos harina para hacer rosquillas y panecillos.
Si despojas a los ricos, consigues empobrecerles; pero no consigues enriquecer a los pobres.
Procura amar mientras vivas: en el mundo no se ha encontrado nada mejor.
Puede que sea un inadaptado o quizá un hombre con las ideas demasiadas claras, tanto que resultan incompatibles con aquellos que manejan sus ideologías a su antojo y conveniencia para sacar mejor provecho de ellas.
Los hombres son siempre niños, aún cuando a veces asombren por su crueldad. Siempre necesitan educación, tutela y amor.
Siempre suspiramos por visiones de belleza, siempre soñamos mundos desconocidos.
¡La muerte se remedia con otra, muerte!¡Si! Lo que significa que has de morir para que la gente resucite ¡Que perezcan miles para que resuciten las tinieblas de toda la tierra!¡Eso es! Es fácil morir.¡Pero hace falta que resuciten!¡Que alce la gente!
Un hombre alegre es siempre amable.
Para triunfar en la lucha por la vida, el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra.
El hombre nace para que un día nazca un hombre mejor.
Todo pasará, pero lo hecho, hecho queda.
Los críticos son como los tábanos, que impiden a los caballos trabajar la tierra.
La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea.
Si alguien quiere hacerse rapidamente socialista, que viaje a los Estados Unidos.
No hay gente inútil, sólo hay gente perjudicial.
Desde las paredes miran los iconos sin rostro, sin manos ni piernas. Ahoga el concentrado olor del aceite secante, de los huevos podridos, de la arcilla agria que cubre las rendijas del suelo.
¿Crees en Dios? Si crees en él, existe; si no crees, no existe.
En la lucha, las horas de hastío y de angustia pasan rápido, inadvertidas.
¡Qué bello oficio el de ser un hombre sobre la tierra!
Cuando el trabajo es un placer, la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto, la vida es una esclavitud.
Un hombre puede creer o no creer, eso es cosa suya. Porque es su propia vida la que apuesta por la fe, la incredulidad, el amor y la inteligencia. Y no hay sobre la tierra otra verdad más grande para el espíritu humano que esta gloriosa y humilde condición. El hombre arriesga su propia vida cada vez que elige y eso lo hace libre.
El dinero envenena cuando se tiene y mata de hambre cuando se carece de él.
¿Había descendido Dios de los cielos a la tierra o es, por el contrario, la fuerza de los hombres la que le había exaltado desde la tierra hasta el cielo?.
El miedo es para el espíritu tan saludable como el baño para el cuerpo.
Para un artista la libertad es tan indispensable como el talento y la inteligencia.
Pero cuanto más leía, más trabajo me costaba llevar una vida tan vacía e inútil como la que a mi parecer llevaban las gentes.
Cuando el hombre rie, el bruto que lleva dentro huye.
Desde el momento en que un hombre se presta a dar su libertad y su vida por su creencia es que sus sentimientos son sinceros.