Imágenes
Lo propio y específico de la Reforma, en contraste con la concepción católica, es haber acentuado el matiz ético y aumentado la primacía religiosa concedida al trabajo en el mundo, racionalizado en profesión.
Max Weber
La ética protestante y el espíritu del capitalismo.
La ganancia no es un medio para la satisfacción de necesidades vitales materiales del hombre, sino que más bien éste debe adquirir, porque tal es el fin de sus vida. Para el común sentir de las gentes, esto constituye una inversión antinatural de la relación entre el hombre y el dinero.
Todos los signos meteorológicos de la economía indican un crecimiento de la no-libertad.
Ni el séquito de los príncipes guerreros ni el de los héroesrevolucionarios se preocupan para nada de las condiciones de una economía normal.
Desde la aparición del Estado constitucional y más completamente desde la instauración de la democracia, el demagogo es la figura típica del jefe político en Occidente.
La experiencia a de la irracionalidad del mundo ha sido la fuerza conductora de todas las revoluciones religiosas.
El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones.
Se define estado como la institución que posee el monopolio legitimo de la violencia dentro de un territorio.
Vive de la política como profesión quien trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos.
El capitalismo exige para su desarrollo la existencia de un exceso de población a la que puede alquilar por bajo precio en el mercado del trabajo.
Quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan a todo poder.
El sino de nuestra época está caracterizado por la racionalización y la intelectualización y, sobre todo, por el desencanto del mundo.
Quien vive de la política hace de ello su vida en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee.
El capitalismo actual, señor absoluto en la vida de la economía, educa y crea por la vía de la selección económica los sujetos, empresarios y trabajadores, que necesita.
Sólo el elegido tiene propiamente la fides efficax, sólo él es capaz -gracias a la regeneratio y la consiguiente santificatio de su vida entera- de aumentar la gloria de Dios por la práctica de obras realmente, no sólo aparentemente, buenas.
El medio decisivo de la política es la violencia.
No se puede ser al mismo tiempo hombre de acción y hombre de estudio, sin atentar contra la dignidad de una y otra profesión, sin faltar a la vocación de ambas. Pero pueden adoptarse actitudes políticas fuera de la Universidad, y la posesión del saber objetivo, aunque no indispensable, es ciertamente favorable para una acción razonable.
La creencia en el valor de la verdad científica no procede de la naturaleza, sino que es producto de determinadas culturas.
Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive para la política o se vive de la política.
Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un sin embargo; sólo un hombre de esta forma construido tiene vocación para la política.
Solo aquél que esté convencido de que no se desintegrará aunque el mundo, desde su punto de vista, sea demasiado estúpido o demasiado mezquino para merecer lo que él pretende ofrecerle, sólo aquel que sea capaz de decir ¡A pesar de todo!; tiene vocación política.