Imágenes
Escriba las preocupaciones en la arena. Talle las victorias de ayer en piedra. Tome la piedra del pasado. Y luego seleccione.
Max Lucado
Ser salvo por gracia es ser salvo por él; no por ideas, doctrinas, credos o membresía en una iglesia sino por el mismo Jesús, quien hará entrar al cielo a todo aquel que le dé la aprobación de hacerlo.
Saldrás de esta. No será sin dolor. No será de un día para otro. Pero Dios usará este lío para bien. Mientras tanto, mantén la calma y no hagas ninguna tontería. No te desesperes. Con la ayuda de Dios, saldrás de esta.
Gracia es tener a Dios como cirujano cardiólogo, abriéndonos el pecho, retirándonos el corazón (envenenado como está con orgullo y dolor) y reemplazándolo con el suyo propio.
La culpa causada por Satanás, por otro lado, produce suficiente remordimiento para esclavizarnos. No permitas que él cierre sus ataduras en ti.
Mi vida vale más que esta vida. Los días son como la neblina, una brisa pasajera. Esto tendrá que pasar. Dios hará que de esto resulte algo bueno. Me esforzaré, mantendré la fe y seguiré confiando en él pase lo que pase.
Donde hay conversión verdadera hay salvación eterna. Nuestra tarea es confiar en la capacidad de Dios para invitar a sus hijos a regresar a casa.
Vacúnate interiormente contra el miedo, para que puedas enfrentar tus temores exteriormente.
Nada fomenta el valor tanto como una clara comprensión de la gracia.
Perdonar es continuar.
Esperar, bíblicamente hablando, es no suponer lo peor, no preocuparse, no enojarse, no exigir ni querer asumir el control. Tampoco es esperar inactividad. Esperar es un esfuerzo sostenido para estar enfocado en Dios mediante la oración y la confianza.
Esta etapa en la que te encuentras ahora es posible que sea incomprensible para ti pero a Dios no lo desconcierta. Él puede y, de hecho, lo usará para llevar a cabo sus propósitos.
Tú necesitas ser tú mismo.
El significado de la vida. Los años desperdiciados. Las malas decisiones. Dios responde a la confusión existencial con una sola palabra: gracia.
La gracia sustentadora no promete ausencia de aflicciones sino la presencia de Dios.
¿Por qué escuchar a los que se burlan... cuando, con la misma oreja, puede escuchar la voz de Dios?
El Señor tiene bastante gracia para resolver todo dilema que tú enfrentes, para limpiar toda lágrima que derrames, y para contestar toda pregunta que le hagas.
Tú nunca sabrás que Jesús es todo lo que necesitas hasta que Jesús sea todo lo que tengas.
Dios está con nosotros. Esta es una razón para celebrar.
La acumulación de riquezas es una defensa popular ante el miedo.
El corazón agradecido es como un imán que recoge durante el día razones para estar agradecidos.
Si no has aceptado el perdón de Dios, estás condenado al temor.
Los que hablan con fluidez el lenguaje de la falsedad encuentran difíciles de pronunciar términos tales como confesión y arrepentimiento.
Si ves tus tribulaciones nada más que como molestias y daños aislados, te vas a convertir en un amargado y malhumorado. Pero si las ves como una prueba usada por Dios para su gloria y tu madurez, entonces aun el incidente más insignificante adquirirá sentido y significado.
Dios es el dueño de todas las cosas, y nos da cosas buenas para que las disfrutemos.
El éxito no se define por la posición o la escala salarial, sino por rendir al máximo en aquello que mejor haces.
Cristiano es aquel en quien Cristo se está forjando.
Alimenta tus temores y tu fe se va a morir de hambre. Alimenta tu fe y los que morirán de hambre son tus temores.
Vea a sus enemigos no como fallas de Dios, sino como proyectos de Él.
La falta de veracidad es absolutamente contraria al carácter de Dios.
Utiliza tu singularidad para hacer de Dios la prioridad de todos los días de tu vida.
Dios lo ama tal como es, pero rehúsa dejarlo asi. Él quiere que usted sea como Jesús.
El temor crea una especie de amnesia espiritual. Embota nuestra memoria de los milagros. Nos hace olvidar lo que Jesús ha hecho y lo bueno que es Dios.
El hombre orgulloso rara vez es una persona agradecida porque nunca cree que ha recibido tanto como merece.
Cristianismo no es el sacrificio que hacemos, sino el sacrificio en que confiamos.
Satanás no puede llegar a ti sin pasar a través de Dios.
La culpabilidad causada por el Señor produce suficiente arrepentimiento para cambiarnos.
El poder de la confesión no yace en la persona que la hace sino en el Dios que la oye.
Dios nunca te ha llamado a ser otro más que tú mismo. Pero te llamó a ser el mejor tú que puedas ser. De lo que realmente se trata es de quién eres tú en tus mejores momentos.
Confiemos más en que el Señor nos sostiene, que en que nos sostenemos de él.