Imágenes
Vengo a pedirle que acabe con mi agonía.
Matthew Macfadyen
He luchado en vano. Ya no puedo más. Señorita Elizabeth, la amo ardientemente.
Mi buena opinión, una vez perdida, está perdida para siempre.
El papeleo es el alma de Rusia, la agricultura es sólo su estómago.
Tolerable me atrevería a decir, pero no lo suficientemente bonita para tentarme.
Si sus sentimientos son los mismos que en abril, dígalo de una vez, una palabra suya me silenciara para siempre. Si sus sentimientos hubiesen cambiado, tendría que decirle que me ha hechizado en cuerpo y alma y la amo, la amo, la amo, no quiero estar sin usted otro día.
Es tan injusto. Te casas por amor, eres un buen marido, los hijos llegan, los años se van y, de repente, tu mujer está envejecida y cansada, su pelo encanece y su cuerpo engorda. Y tú, en cambio, sigues lleno de vigor. Y entonces te conviertes en un mártir de la distracción con otras mujeres.