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Cuando uno canta se abre a las emociones que le traspasan y a la vez se mantiene conectado a las notas que quiere alcanzar para formar una melodía.
Mathias Malzieu
Resultaba horroroso y al mismo tiempo tranquilizador enfrentarse a alguien tan extraordinariamente herido por el amor.
El beso más pequeño nunca visto. Una milésima de segundo, pulpa y plumón incluidos. Apenas un roce, un ejercicio de papiroflexia.
A la gente no le gustan las cosas demasiado diferentes, y menos aún la gente que se cree diferente.
Os diré algo sobre la cuestión de las historias. No son únicamente un entretenimiento, no os engañéis. Son todo lo que sabemos, daos cuenta, todo lo que sabemos para combatir la enfermedad y la muerte. Si no tenéis historias, no tenéis nada.
Cuando los adultos se aplican, superan siempre un nuevo umbral de crueldad.
Poco importa si haces reír o llorar mientras produzcas una emoción, ¿no?
- Soy inventor-depresivo. - ¿Es decir? -Invento cosas, pero si no funcionan tiendo a deprimirme. Así que, si sacamos la media, puede decirse que soy inventor-depresivo.
Es espantoso el ruido de un corazón cuando se rompe. Como el de un huevo a punto de abrirse aplastado por un bulldozer de porcelana.
El tiempo parece haberse detenido y no quiero que retome su curso habitual.
Hay algo que me resulta interesante en ese breve momento épico e incongruente que precede a la caída: el vuelo.
El instinto de supervivencia y el miedo nos impidieron casi hasta el final rendirnos a la evidencia.
En la vida todo viene y va, ya se sabe. Uno siempre sale adelante, aunque le cueste su tiempo.
¿De qué tengo miedo? De ti, en fin, de mi sin ti.
El amor es una ecuación poética.
Jamás hubiera creído que es tan complicado mantener a nuestro lado a la persona que más queremos y deseamos en el mundo.
Los ojos del corazón se acostumbran a la oscuridad e incluso la luz más suave se vuelve cegadora.
La mecánica del corazón no puede funcionar sin emociones, sin aventurarme más allá.
Hay que inventar más para deprimirse menos. Si pudiera, inventaría todo el tiempo.
No quiero que te guste eso de mi, quiero que me quieras a mi entero.
Las penas amorosas pueden transformar a la gente en monstruos de tristeza.
¡Sé imprudente y, sobre todo, entrégate sin reservas!
Si haces una mala elección, engendrarás un monstruo.