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Generalmente se cree que la cultura es algo creado, mantenido y desarrollado sólo mediante el esfuerzo humano. Pero la cultura se origina en la asociación entre el hombre y la naturaleza.
Masanobu Fukuoka
Las malas hierbas juegan su papel en construir la fertilidad del suelo y en equilibrar la comunidad biológica. Como principio fundamental, las malas hierbas deben ser controladas, no eliminadas.
Si se practican métodos como cubrir el suelo con paja y sembrar trébol como cobertura en vez de utilizar maquinaria y productos químicos creados por el hombre para emprender una guerra de aniquilación, entonces el medio volverá a su equilibrio natural e incluso las malas hierbas problemáticas podrán ser controladas.
El acto de defensa es ya un ataque. Las armas para la defensa son siempre un pretexto para los que instigan las guerras. La calamidad de la guerra se origina en el fortalecimiento y potenciación de las distinciones sin sentido entre yo otro, fuerte débil, atacar defender.
Los niños son felices jugando o sin hacer nada. Un adulto discriminante, por el contrarío, decide qué le hará feliz y cuando se dan estas condiciones está satisfecho.
El hombre quema madera, carbón, uranio, el hombre cree que está creando más y más energía, pero está haciendo lo contrario. La energía no sirve para nada.
Un problema es que en Occidente la ciencia de la nutrición no hace ningún esfuerzo para ajustar la dieta al ciclo natural. El resultado es una dieta que aparta al ser humano de la naturaleza.
En un principio la gente comía porque estaba viva y porque la comida era sabrosa. Actualmente la gente cree que si no prepara los alimentos con condimentos elaborados la comida no tendrá sabor.
Avanzando constantemente, adelantándose a todo, logrando nuevas conquistas en las ciencias naturales y expandiendo vertiginosamente su cultura materialista, el hombre ha crecido divorciado de la naturaleza y ha terminado edificando una civilización a su medida, como chiquillo caprichoso revelándose contra su madre.
En toda lucha no hay correcto ni incorrecto, tampoco bueno ni malo. Todas las distinciones conscientes surgen al mismo tiempo y todas están equivocadas. Construir una fortaleza es un error desde el principio. Incluso si es con la excusa de defender la ciudad, el castillo es el resultado de la personalidad del gobernante.
La gente interfiere con la naturaleza y por mucho que lo intentan, no pueden curar las heridas que causan.
Alejada de la Naturaleza, la existencia humana queda vacía de contenido.
Los médicos y las medicinas se vuelven necesarios cuando la gente crea un ambiente enfermizo. La escolarización formal no tiene valor intrínseco, pero se convierte en necesaria cuando la humanidad crea unas condiciones en las cuales uno debe tener educación para salir adelante.
La ironía es que la ciencia ha servido solamente para mostrar cuán pequeño es el conocimiento humano.
La alimentación y la medicina no son dos cosas diferentes: juntas forman la cara y la cruz de una moneda.
Con árboles altos como cortavientos, cítricos en el medio, y una cubierta de abono verde bajo ellos, he hallado la forma de tomármelo con calma y dejar que el vergel se cuide a sí mismo.
Las hojas bailaban verdes, centelleantes. Sentí que esto era el verdadero paraíso sobre la tierra. Todo lo que me había poseído, todas las agonías, desaparecieron como sueños e ilusiones y algo que se podría denominar la verdadera naturaleza se reveló ante mí.
Como consecuencia de la explotación abusiva de la Naturaleza, todas nuestras vastas ciudades, con su actividad frenética, son placeres vacíos, deshumanizados, que manifiestan la destrucción de su ambiente de vida.
La agricultura fue antaño un trabajo sagrado. Cuando la humanidad se apartó de su ideal, apareció la moderna agricultura comercial. Cuando el agricultor comenzó a hacer cultivos para ganar dinero, entonces olvidó los verdaderos principios de la agricultura.
Una vez que estas técnicas se abandonaron, utilizando en su lugar los abonos químicos de rápida acción, el humus del suelo se agotó en una sola generación. La estructura del suelo se deterioró, los cultivos se debilitaron y se volvieron dependientes de los abonos químicos.
Olvidémonos de los aspectos de dentro y fuera. Los agricultores de todas las partes del mundo son en el fondo los mismos agricultores. Digamos que la llave de la paz se encuentra cerca de la tierra.
No es necesario sembrar las malas hierbas, se siembran ellas mismas bastante fácilmente.
La naturaleza está en cualquier lugar en perpetuo movimiento: las condiciones no son nunca exactamente las mismas de un año a otro.
El mundo se ha especializado tanto que se ha convertido en imposible para la gente comprender nada en su totalidad.
Mi padre cultivaba mandarinos y yo me instalé en una cabaña en la montaña y empecé a vivir una vida muy simple y primitiva. Pensé que si aquí como cultivador de mandarinas y cereales, podía realmente demostrar mis pensamientos el mundo los reconocería como ciertos. En vez de ofrecer cientos de explicaciones ¿No sería el mejor método poner en práctica esta filosofía?
El matrimonio no es dado ni recibido: la pareja perfecta existe por sí misma.
Probablemente conozco más sobre lo que puede salir mal cultivando plantas que cualquier otra persona en el Japón.
La alimentación y la agricultura son el frente y la espalda de un mismo cuerpo.
A la naturaleza le falta vitalidad, y esta falta de vitalidad se transmite a la comida y a través de la comida a las personas.
La gente lucha duramente para comprender, se convencen de que comprenden y mueren sin saber nada.
Las comidas sabrosas no lo son por sí mismas. Los alimentos no son deliciosos a menos que uno lo crea así. Aunque la mayoría de la gente cree que las carnes de vaca y pollo son deliciosas, a una persona que por razones físicas o espirituales ha decidido que no le gustan, le parecerán repugnantes.
La naturaleza no cambia, pero sin embargo invariablemente cambia con el tiempo la forma de mirarla. No importa la época, la agricultura natural existe desde siempre como fuente de la agricultura.
Las personas creen entender las cosas porque se familiarizan con ellas. Este conocimiento es sólo superficial. Es el conocimiento del astrónomo que sabe el nombre de las estrellas, del botánico que conoce la clasificación de las hojas y flores, del artista que conoce la estética del verde y el rojo.
Lo trágico es que en su arrogancia infundada la gente intenta someter a la naturaleza a su voluntad.
La alimentación es vida, y la vida no debe separarse de la naturaleza.
Los métodos de control de insectos que desconocen las relaciones entre los insectos son verdaderamente inservibles.
Para la siembra, simplemente esparzo a voleo centeno o cebada por estos campos durante el otoño, mientras el arroz todavía está en pie. Unas semanas más tarde cosecho el arroz y esparzo su paja sobre los campos. Es lo mismo para la siembra del arroz.
Diciendo que teme el ataque y que la fortificación es para defender a la ciudad, el matón almacena armas y cierra con llave las puertas.
La agricultura química que utiliza los productos de la inteligencia humana, está reputada como superior. La pregunta que siempre estaba en mi mente era si la agricultura natural se podía enfrentar a la ciencia moderna.
En vez de enfermar y seguir luego una dieta natural para curarse, la gente debería vivir en un entorno natural de modo que no apareciese la enfermedad.