Imágenes
Uno se desahoga de esa manera. Seguro que las de anoche en mi casa fueron de felicidad. Y no como las del domingo cuando me enteré lo qué tenía.
Martín Palermo
No tendría problema de jugar en River.
Uno de mis secretos fue la perseverancia. Nunca bajé los brazos, y esa fue una de mis virtudes.
Yo tengo que demostrar siempre que puedo ser titular. En cada partido, en cada entrenamiento. No soy intocable en el equipo.
El que se sienta relajado porque ganamos la Copa Libertadores está muy equivocado.
Esto es único, impagable. Estaré agradecido a Diego y a su cuerpo técnico, me mantiene con ganas y peleando sabiendo que hay tantas figuras adelante mío. Es una alegría única tener este escudo y representar a nuestro país.
Este semestre sí o sí hay que ganar algo.
Si tengo que elegir los mejores cinco goles son: el que le hice a River por la Copa Libertadores, cuando regresé de mi lesión. El que le metí a Independiente de mitad de cancha, el de cabeza a Vélez desde 40 metros. Y los que hice con la Selección, a Perú y Grecia.
La ficha del retiro me cayó después del partido que le ganamos a River. Ahí me di cuenta que se estaba terminando mi carrera.
El mejor recuerdo que tengo es el del cariño de los hinchas de Boca. No lo voy a olvidar nunca. Más allá de los goles y de los títulos hay que entender que Boca es grande por su gente. No por los jugadores, ni por los técnicos.
De lo que dijo Sanfilippo digo que respeto mucho su opinión. Cada uno es libre de decir lo que quiere. Fue un gran goleador y aunque no lo vi sé que no teníamos las mismas características. La velocidad nunca fue mi fuerte, tampoco fui de gambetear. Somos dos goleadores y creo que los dos hemos hecho algo para estar donde estamos.
Hay que ganar, se juegue bien o mal, el domingo hay que ganar. Tenés que ganar como sea. Y después un resultado positivo llama a otro.