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El método más seguro para permanecer pobre es ser honrado.
Marlene Dietrich
La libertad es la madre de todos los bienes cuando va acompañada de la justicia.
Denme 100 hombres y tomaré el mundo.
La realidad tiene limites; la estupidez no.
Nada tan difícil como decidirse.
Imposible es el adjetivo de los imbéciles.
Si yo hubiera creído en un Dios de recompensas y castigos, puede que hubiera perdido el ánimo en las batallas.
La altura del soberano depende de la altura de su pueblo.
Nunca hay una revolución social sin terror.
La ambición de dominar sobre los espíritus es la mas poderosa de todas las pasiones.
Los hombres son impotentes para asegurar el futuro; sólo las instituciones fijan el destino de las naciones.
Todo ser humano es libre si su libertad no atenta a la de los demás.
Hago que el mar se encrespe. Logro que la jungla arda. Soy una maaaaala influencia.
El momento más peligroso llega con la victoria.
Aquellos hombres que están libres de prejuicios comunes, adquieren otros.
Yo creería en una religión si existiera desde el comienzo de los tiempos; pero cuando pienso en Sócrates, Platón y Mahoma, ya no creo. Todas las religiones han sido hechas por los hombres.
Sólo la verdad es siempre ofensiva.
La bala que me ha de matar aún no ha sido fundida.
Un hombre solo se arrodilla ante Dios.
Para los hombres de estado existe una moral pequeña y una moral grande.
La mejor manera de mantener tu palabra es no darla.
La mejor política es hacer creer a los hombres que son libres.
El trono es un pedazo de madera cubierta de terciopelo.
La muerte es un dormir sin sueños, y tal vez sin despertar.
Los catalanes son franceses confundidos.
El divorcio es completamente desventajoso para las mujeres. Un hombre puede haber tenido varias esposas sin mostrar señales de ello, mientras que la mujer que se ha casado varias veces se marchita por completo.
La vanidad es la base de toda revolución, la libertad no es más que un pretexto.
Soldados del Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su emperador, puede hacerlo ahora.
Sólo se deja guiar un pueblo cuando se le enseña un porvenir; un jefe es un comerciante de esperanzas.
La política es una casa de putas en la que las pupilas son bastante feas.
No se ganan batallas con buenos deseos.
El hombre superior es impasible; se le vitupere o se le alabe, siempre sigue adelante.
Del talento a la cordura hay una distancia enorme.
El valor es como el amor: necesita una esperanza que lo alimente.
Para gobernar a los hombres hay que saberse aprovechar de sus vicios, más bien que de sus virtudes.
El tonto tiene una gran ventaja sobre el hombre de espíritu: está siempre contento de sí mismo.
El que quiera hacer historia, primero que aprenda de ella.
Podras ser más alto, pero no más grande.
El hombre no tiene amigos: los tiene su felicidad.
Eso no es posible, me escribe Vd.; esto no es francés.
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