Imágenes
Los cuadros deben ser milagrosos.
Mark Rothko
Un cuadro vive por compañerismo y se expande y aviva a los ojos del observador sensible.
Pinto imágenes muy grandes porque quiero crear un estado de gran intimidad.
Callar es bastante acertado.
Queremos reafirmar la imagen plana. Estamos a favor de las formas planas porque destruyen la ilusión y revelan la verdad.
El arte es una aventura que nos lleva a un mundo desconocido... Nuestra tarea como artista es hacer que la gente vea el mundo tal como lo vemos nosotros.
Expresar las emociones humanas más elementales. La tragedia, el éxtasis, el fatalidad del destino...
En este mundo de imaginación, la fantasía es libre y se opone violentamente el sentido común.
Un cuadro toma vida ante la presencia de un espectador sensible, en cuya conciencia se desarrolla y crece.
Entonces un día resulto que presencié una clase de arte, con el motivo de encontrarme con un amigo que estaba asistiendo al curso. Todos los estudiantes estaban realizando un bosquejo de una modelo desnuda, y en ese momento decidí que esa era la vida para mí.
Y si he de depositar mi confianza en algún sitio, la otorgaría a la psique del observador sensible y libre de las convenciones del entendimiento. No tendría ninguna aprensión respecto al uso que este observador pudiera hacer de estas pinturas al servicio de las necesidades de su propio espíritu; porque, si hay necesidad y espíritu al mismo tiempo, seguro que habrá una auténtica transacción.
El artista debe disponer de mucho tiempo, tiempo libre, para no hacer nada, simplemente sentarse y dejar que las ideas sobrevengan.
No hay nada como una buena pintura acerca de nada.
No importa lo que un pintor pinta mientras esté bien pintado.
Quizás haya notado que en mis cuadros existen dos características: o bien se trata de superficies expansivas que se dilatan hacia el exterior en todas direcciones, o bien de superficies que se contraen y retraen hacia el interior en todas direcciones. Entre estos dos polos encontrará todo lo que tengo que decir.
Para nosotros el arte es una aventura en un mundo desconocido, que puede ser explorado sólo por quienes están dispuestos a asumir el riesgo.
La gente que llora ante mis cuadros vive la misma experiencia religiosa que yo sentí al pintarlos. Y si usted, tal como ha dicho, sólo se siente atraído por sus relaciones de color, entonces se le escapa lo decisivo.
La pintura no trata de una experiencia. Es una experiencia.