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Si los responsables del mundo son todos venerablemente adultos, y el mundo está como está, ¿no será que debemos prestar más atención a los jóvenes?
Mario Benedetti
Lo que más me gusta de vos es algo que no habrá tiempo capaz de quitártelo.
El olvido está ahí no lo olvidemos.
No podemos saber qué nos traerá el futuro; en cambio sí sabemos qué nos trajo el pasado.
La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario.
Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.
Cuando uno llega a percibir que una calle no le es extranjera, sólo entonces la calle deja de mirarlo a uno como a un extraño.
Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos.
Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza.
La infancia es a veces un paraíso perdido, pero otras, es un infierno de mierda.
El pobre Dios tan solo tan sin nadie y tan sin vírgenes.
Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo.
Vivir es transitar la oscuridad con ojos que se cierran o se abren lo oscuro por las dudas nos abraza y se convierte en nuestro nuevo hogar.
Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.
La experiencia me ha enseñado que uno de los métodos más eficaces para derrotar a un rival en el vacilante corazón de una mujer es elogiar sin restricciones a ese mismo rival, es volverse tan comprensivo, tan noble y tolerante, que uno mismo se sienta conmovido.
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas.
El afecto es pasaje de ida y vuelta si uno quiere o reclama ser querido el solo hecho de encontrar el día nos hace abrir los brazos desprejuiciadamente.
Dios es una mera creación del hombre. Un invento si se quiere prestigioso.
La muerte se está vengando siempre de nuestras vacilaciones; la vida se compone de 3 etapas, vacilar, vacilar y morir; la muerte en cambio no vacila frente a nosotros.
No hay alegría más alegre que el prólogo de la alegría.
Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor.
El arte jamás deja de ser una mentira; cuando es verdad, ya no es arte y aburre, porque la realidad es solo un irremediable absurdo hastío.
El amor es una palabra, un pedacito de utopía es todo eso y mucho menos y mucho más, es una isla una borrasca, un lago quieto sintetizando yo diría que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra una esperanza un fantasmita.
La gente no comprende ese tipo de nostalgia. Creen que la nostalgia sólo tiene que ver con cielos y árboles y mujeres. A lo sumo, con militancia política. La patria, en fin. Pero yo siempre tuve nostalgias más grises, más opacas.
Lo peor del eco es que dice las mismas barbaridades.
En ciertos oasis el desierto es sólo un espejismo.
Usted ama se transfigura y ama por una eternidad tan provisoria que hasta el orgullo se le vuelve tierno y el corazón profético se convierte en escombros.
Después de todo, el germen del amor tendrá mejor pronóstico si se lo siembra en el surco del deseo.
Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez minutos y estiro las piernas como todas las tardes y hago así con los hombros para aflojar la espalda y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Una cosa es que nos engañen y otra distinta que nos engañemos.
Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía) corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto.
El amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial.
La gloria engaña pero es un engaño con el que terminamos abrazados.
La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca.
La gratitud puede ser un afluente del amor. Pero cuando la corriente de gratitud se junta con el caudal del amor, siempre sobre viene una etapa indecisa, en que no se sabe a ciencia cierta cuál es cuál.
Contra el optimismo no hay vacunas.
Te quiero porque tus manos trabajan por la justicia.
En la sencillez, los hombres y mujeres se amparan, se comprenden, se alivian. En la complejidad, en cambio, se ven con desconfianza y con rencores. Cómo no tener en cuenta que la muerte es la cumbre de la sencillez.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La perfección es una pulida colección de errores.