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Todas las cosas se hallan entrelazadas entre sí y su común vínculo es sagrado y casi ninguna es extraña a la otra, porque todas están coordinadas y contribuyen al orden del mismo mundo.
Marco Aurelio
La mejor manera de vengarse de una persona es no parecérsele.
Una excelente manera de defenderte de los demás es procurar no parecerte a ellos.
Dios ha dado a cada pueblo un profeta en su propia lengua.
Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida.
Aunque vayas a vivir tres mil años o tres mil veces diez mil, recuerda que nadie deja atrás otra vida que esa que está viviendo y tampoco está viviendo otra que no sea la que deja atrás. Se iguala por tanto lo más duradero con lo más breve: el presente es igual para todos, como también lo que muere, y lo que dejamos atrás se manifiesta efímero por igual.
La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos: por lo tanto, Guardia en consecuencia, y cuidar de que se entretienen sin nociones inadecuadas a la virtud y el carácter razonable.
De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.
No lo hagas, si no conviene; no lo digas, si no es verdad.
La pereza anda tan despacio que la pobreza la alcanza enseguida.
Acepte las cosas que el destino te une, y amar a la gente con la que el destino te trae juntos, pero lo hacen con todo su corazón.
El acto de morir es también uno de los actos de la vida.
Dios deja vivir en su error, hecho un estúpido, a aquel a quien desea desviar.
Haz por ser semejante a un promontorio. Las olas del mar se estrellan contra él de continuo, y él se mantiene inmóvil hasta que en torno suyo se abonanzan las aguas.
La vida no es sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya pasó; y otras y otras pasarán... Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca.
Vive como sobre una montaña.
No malgastes lo que te queda de vida conjeturando sobre los demás, a no ser que busques un bien común. Pues imaginar qué pueden estar haciendo y por qué, qué están pensando y qué planean, te aturde y te aparta de tu guía interior.
No sólo hay que recordar que cada día vivido es un día menos sino que no está garantizado que nuestra inteligencia nos acompañará hasta el final.
Donde quiera que se pueda vivir se puede vivir bien.
Realiza cada acto de tu vida como si fuera el último.
Un hombre noble compara y estima a sí mismo por una idea que es superior a él, y un hombre malo, por uno menor que él. La produce una aspiración, y el otro ambición, que es la forma en la que un hombre vulgar aspira.
Te embarcaste, surcaste mares, atracaste: ¡desembarca!
Los hombres están hechos los unos para los otros; instruyéndolos o soportándolos.
No permitas que tu memoria se enajene de las cosas que tienes, sino de las que te hagan falta.
Tú tienes poder sobre tu mente - no fuera de los acontecimientos. Darse cuenta de esto, y usted encontrará la fuerza.
El tiempo es como un río que forma los acontecimientos.
A nadie le acontece cosa alguna que no sea, por naturaleza, capaz de recordar.
Nada le sucede al hombre que su naturaleza no esté preparada para superar.
Quien huye de las obligaciones sociales es un desertor.
El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele.
Dejemos de discutir lo que debe ser un hombre bueno... y procuremos serlo.
Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro, Pompeyo, Julio César, Sócrates, y tantos otros; y me pregunto: Ahora ¿dónde están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra...!
Lo que no es útil para la colmena, no es útil para la abeja.
Contempla de continuo que todo nace por transformación, y habitúate a pensar que nada ama tanto la naturaleza del Universo como cambiar las cosas existentes y crear nuevos seres semejantes.
El mundo no es más que transformación, y la vida, opinión solamente.
El alma humana se avergüenza de sí misma cuando se deja vencer por el placer o el dolor.
No vivas como si tuvieses mil años por delante. El destino está a un paso, hazte bueno mientras la vida y la fuerza son todavía tuyas.
No hay hombre tan afortunado que no tenga a su lado, cuando está a punto de morir, alguien que se complace en lo que va a suceder.
Ten muy presente que los hombres, hagas lo que hagas, siempre serán los mismos.
Un instante y habrás olvidado todo; otro instante todavía y todos te habrán olvidado.