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¡Qué lástima morirse, cuando me queda tanto que leer!
Marcelino Menéndez Pelayo
¡Ojalá cada sol que te amanezca aún más hermosa y más feliz te mire!
No queráis llamar.
No queráis llamar 'lengua española' a la lengua castellana, frase malsonante y rara vez usada por nuestros clásicos, que siempre se preciaron de escribir en castellano. Tan lengua española es la castellana como la catalana y la portuguesa.
Y si tú me recuerdas alguna vez en solitarias horas, no será por los triunfos y laureles que siembre a fortuna en mi camino, sino por la recóndita armonía que vibró de tus ojos en mi mente, y arrancó, reflejada en mis cantares, tal vez una sonrisa de tus labios.
La memoria es el talento de los tontos.
Si en sus obras hay luz, paz y hermosura, es porque emanan de otra luz más pura.
Hay que escribir como se escribe y se habla en el siglo en que se vive.
La escuela sin Dios, sea cual fuere la aparente neutralidad con que el ateísmo se disimule, es una indigna mutilación del entendimiento humano en lo que tiene de más ideal y excelso. Es una extirpación brutal de los gérmenes de la verdad y de vida que laten en el fondo de toda alma para que educación los fecunde.
España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad... No tenemos otra.
Sin un poco de fanatismo no se hacen milagros en filosofía ni en otra ninguna ciencia humana.
La generaciónpresente se formó en el café, en los clubs y en las cátedras de los krausistas; la generación siguiente, si algo ha de valer, debe formarse en las bibliotecas. Faltan estudios sólidos y macizos.
De todos los malos epítetos que pueden darse a la Luna, quizá no haya otro más infeliz, que éste de redonda.
La fe hace portentos y salva a las naciones como a los individuos.
Esta pasión que vencedora rige mi fe, mi corazón y mi albedrío, ni darán tus sonrisas paz al alma, hasta que en ti sus claros ojos fije la eterna luz del pensamiento mío.
Sólo llegará a adquirir el señorío de la forma el que comience por ser esclavo de ella.
Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche.
Todos los hombres tienen sus horas de niños, y ¡hay del que no las tiene!
Ése es mi amor; el inmortal deseo que antes erraba sin hallar reposo...
Tú serás el cincel, noble señora, que labre el mármol del ingenio mío.
Nunca, en el largo curso de la historia, despertó nación alguna tan gloriosamente después de tan torpe y pesado sueño como España en 1808
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